Desde 2010 en nuestro país se observa un fenómeno de crecimiento de la conflictividad sindical que va de la mano con un ascenso de la represión como respuesta. Hay una diversidad de posibilidades que expresan las salidas represivas y presentan aristas políticas, judiciales, policiales y parapoliciales que suelen ir de la mano.
Al repasar los números que expresan la conflictividad sindical encontramos que el aumento entre 2010 y 2011 fue de un impactante 96%. Las cifras difundidas por el Observatorio del Derecho Social de la CTA expresan que mientras que en 2010 se relevaron un total de 385 conflictos, en 2011 la cifra relevada llegó a un total de 754. Esta tendencia en 2012 se mantiene y nos presenta diariamente un panorama complejo que muestra protestas causadas por reclamos por salario, por reconocimiento de derechos, por el fin de tercerizaciones, por condiciones laborales, por situaciones de precarización, por despidos, por persecuciones a activistas, etc.
El aumento de la conflictividad tiene causas concretas de fondo. Al revisar estudios estructurales hallamos que en los últimos dos años, según un trabajo realizado por la Revista “Apuntes para el Cambio” de FLACSO, se encuentra en caída la participación de la masa salarial que reciben los trabajadores en el valor agregado. Desde 2009 a 2011 se han perdido 2,8 puntos porcentuales, cayendo a valores por debajo de los existentes en 2006. La estadística se combina con lo que el economista Rolando Astarita define como un proceso en el que “el capital necesita bajar los salarios para recuperar competitividad en el mercado mundial”. La competitividad conseguida a costa de reducir salarios encuentra su némesis en el crecimiento de los conflictos gremiales.
El cambio de perfil de un gobierno que hasta hace unos años sostenía fervientemente que no reprimiría la protesta social, se hace evidente al repasar los hechos sucedidos en los últimos meses. Sin ánimo de hacer una revisión exhaustiva, sino más bien una muestra representativa, podemos mencionar que se reprimieron protestas de trabajadores estatales en Córdoba, Neuquén, Jujuy, Chaco y Chubut. Además se reprimieron protestas encaradas por trabajadores tercerizados en la Ciudad de Buenos Aires (Aerolíneas Argentinas, Molinos), Salta (ingenio El Tabacal) y Chubut (Cerro Dragón). También se reprimieron protestas de Camioneros en Trelew, de beneficiarios de planes Argentina Trabaja en Pacheco y la reciente a trabajadores de la Cooperativa de Transporte Estrella del Norte en Salta. Estos hechos, a los que se les podrían seguir sumando distintos episodios, demuestran que las provincias y la nación optaron por la salida represiva para encausar la protesta social ascendente.
Es muy importante contextualizar este avance represivo a los trabajadores que se organizan. Mientras palos y balas de goma abundan, avanzan los juicios al ex presidente Fernando De la Rúa por los sobornos pagados para flexibilizar derechos laborales y a José Pedraza por el asesinato de Mariano Ferreyra en una lucha por el fin de las tercerizaciones en el Ferrocarril Roca. Ambos juicios, que de prosperar pueden ser ejemplificadores por el entramado político sindical que atacan, no tienen correlación en las políticas de gobierno y con el perfil represivo consolidado en 2012. Muchas de las políticas de precarización del empleo que se impusieron en los noventa siguen intactas y son las mismas que se aplican hoy para aplicar ajustes sobre los trabajadores. Como ejemplo podemos destacar el caso de las tercerizaciones laborales que siguen siendo una de las mayores causas de conflictividad sindical que termina en duras represiones. Esas tercerizaciones, que se repiten indiscriminadamente en el sector público y en el sector privado, no han sido abordadas por la legislación de la década kirchnerista a pesar del proyecto legislativo impulsados por el Diputado Facundo Moyano, integrante del propio bloque del FPV.
La represión encarnada por los aparatos represivos del Estado muestra sólo una parte del fenómeno. Otra arista del tema, se encuentra en el recrudecimiento de las patotas sindicales que funcionan como suerte de grupos parapoliciales y que se encargan de aleccionar a aquellos que no responden a las direcciones gremiales burocratizadas. Patotas de la UTA, del SUTNA, de la Unión Ferroviaria y de la UOCRA en los últimos días se han hecho presentes para reprimir a quienes expresan posiciones sindicales que no responden a los acuerdos entre los gremios y las patronales. Las patotas, que buscan imponer el orden de la dirección sindical, son un primer paso represivo que se complementa con los despidos a quienes se organizan. Patotas y despidos consensuados con las dirigencias gremiales expresan el nudo de los acuerdos entre gremios burocrtizados y patronales opresoras.
Es importante destacar que los conflictos sindicales en muchas ocasiones no terminan simplemente en la represión a quienes protestan, sino que tiene continuidad en un proceso judicial. Actualmente detectamos más de 6 mil personas procesadas por participar de distintas protestas sociales. Esta tendencia a la judicialización de la protesta, encuentra un marco propicio de crecimiento para la criminalización en la ley antiterrotista aprobada en diciembre de 2011. La pata judicial no es menor y se hace una realidad concreta en la gran cantidad de trabajadores procesados en los gremios combativos. Las sanciones judiciales a trabajadores, se combinan con las sanciones del Ministerio de Trabajo a los gremios que persisten en posturas combativas y terminan de conformar un sistema de represión complejo. El Ministerio de Trabajo que en 24 horas puede imponer una multa millonaria a un sindicato, no es capaz de sancionar a empresas que se niegan a pagar salarios de convenio a sus trabajadores o los despide discriminatoriamente. Sanciones expeditivas para trabajadores, omisiones para empresas.
El aparato represivo del Estado, las patotas sindicales, la criminalización de la protesta y las sanciones del Ministerio de Trabajo es el combo al que se enfrentan los trabajadores y sus organizaciones cuando salen a la calle en la búsqueda de derechos y la defensa del salario. El 2012 consolida el aumento de la conflictividad sindical y la respuesta está a la vista.
Daniela, de la juventud del PTS – Jujuy, habitante del barrrio Malvinas de San Salvador de Jujuy, nos relata los hechos de ayer: la represión de la policía, ordenada por el gobernador kirchnerista Eduardo Fellner, hacia trabajadores que viven allí, que hace tiempo vienen oponiéndose a la instalación de una planta generadora de electricidad por ocasionar a la población diversas enfermedades, entre ellas cáncer.
Aclaramos que al término de esta entrevista aún quedan 12 detenidos y entre los vecinos del barrio se sabe que dentro de la comisaría la policía los golpeó.
El represor Hugo Ernesto Lompizano, policía imputado en el asesinato de Mariano Ferreyra, se desempeña actualmente como profesor en uno de los principales profesorados de Educación Física de la ciudad de Buenos Aires, el ISEF Nº 1 “Romero Brest”
Hugo Ernesto Lompizano es uno de los policías imputados en la causa judicial por el asesinato de Mariano Ferreyra. En marzo de 2011 fue puesto en disponibilidad por orden de Nilda Garré al negarse a realizar allanamientos en prostíbulos de la zona de Bajo Flores. En el momento del crimen ejercía su función como superintendente de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal, pero sobre todo tenía a su cargo la Dirección General de Operaciones. Desde esta área, se controló el video policial al que eliminaron los minutos cruciales en los que se retiran los patrulleros federales y Mariano fue baleado. También aparece involucrado en los entrecruzamientos de llamadas realizadas aquel día. En marzo de 2011 fue puesto en disponibilidad por orden de Nilda Garré al negarse a realizar allanamientos en prostíbulos de la zona de Bajo Flores.
Pero, además de su función en la fuerza policial, se desempeña como profesor en uno de los principales profesorados de Educación Física de la ciudad, el ISEF Nº 1 “Romero Brest”, e integra la comisión directiva de la Federación Metropolitana de Gimnasia (FMG).
No podemos permitir que alguien como Lompizano esté a cargo de la formación de docentes de educación física, con lo cual exigimos su separación del cargo y que sea condenado a prisión perpetua por su participación activa en el encubrimiento del asesinato de Mariano Ferreyra. Lompizano es una vergüenza para los estudiantes y profesores de educación física y para todo el conjunto de los docentes.
Convocamos a todos los estudiantes, docentes, institutos de formación, universidades, centros estudiantiles, federaciones, coordinadoras, organizaciones sindicales, políticas, sociales y de derechos humanos a sumarse al pedido de¡FUERA LOMPIZANO DE LA FORMACIÓN DOCENTE!
EL GOBIERNO K DE FELLNER VUELVE A REPRIMIR EN DEFENSA DE LOS EMPRESARIOS
El "17 de octubre" del peronismo en Jujuy
Fecha: Jueves 18 de octubre de 2012
Al cierre de esta edición la Juventud PTS permanecía en el Barrio Malvinas acompañando el reclamo por la liberación de más de 70 detenidos. Luego de marchar por San Salvador junto a organizaciones sociales, estudiantiles y de izquierda, nos movilizamos junto a la secretaria de la Mujer del Centro de Humanidades, Daniela Muñoz y los referentes del PTS, Alejandro Vilca y Natalia Morales, tomado el ejemplo de los clasistas que apoyaron a las familias en la represión del Parque Indoamericano. Con total impunidad, el gobernador K, Fellner, sólo se mostró en el acto del día de “la lealtad”, pero cobardemente, no dio la cara durante todo el día, a pesar de que ordenó el despliegue de más de 600 efectivos que reprimieron con balas de goma, perdigones y gases a los jóvenes, mujeres, niños y ancianos que se oponen a una planta transformadora de energía. El intendente de San Salvador, Jorge de la UCR, prefirió el silencio cómplice y todos los legisladores también.
El conflicto surge hace más de 90 días, cuando los vecinos del barrio “Islas Malvinas” se oponen a la ampliación de una planta transformadora de EJESA por las terribles consecuencias sobre su salud. Ya son varios los muertos por cáncer producto de los transformadores. Los vecinos no tuvieron ninguna respuesta. Los plazos de la justicia sólo corrieron a favor de la empresa y el gobierno que jugaron al desgaste y como los vecinos se mantenían firmes, ordenaron la represión. Hoy mientras reprimían, EJESA a través de sus “tercerizadas”, comenzaban a realizar los trabajos en la planta.
Los vecinos se organizaron con fuerza y resistieron tirando piedras, con palos, haciendo barricadas, escudos con chapas, etc. mujeres, niños, jóvenes todos unidos contra la policía durante más de 10 horas. La bronca es profunda porque EJESA y el gobierno juegan con sus vidas. Y la policía además hostiga a diario a los “pibes de barrio”. En Malvinas habitan numerosas familias trabajadoras, y clases medias en su mayoría emprobrecidas. EJESA y el gobierno se aprovechan para ampliar la planta y desde ahí hacer un tendido de cables para abastecer a grandes comercios y empresas de la zona céntrica. El tendido de alta tensión cruza por delante de varias escuelas y facultades, pero a Ejesa y al gobierno no le interesa, su único objetivo es maximizar sus ganancias. Por el contrario, en los barrios residenciales donde viven en sus mansiones los Fellner o los Morales, no hay ninguna planta trasformadora. No puede ser más obsceno su desprecio de la vida de los sectores populares y su afán por servir a las empresas.
Su lealtad es con los empresarios y los genocidas
Fellner gobernó la privatización a favor de EJESA en los 90. Hoy vuelve a jugar para la empresa, y no tiene amparos al momento de utilizar la represión. El año pasado, justificó la represión en Ledesma que se cobró la vida de tres jóvenes trabajadores sin techo, defendiendo al terrateniente y genocida Blaquier. Fellner, aplicando la mano dura que exige la UCR de Morales, pretende frenar la tendencia de las masas trabajadoras y pobres, que en luchas como la toma de tierras o las huelgas de los azucareros, muestran que los trabajadores no se conforman con la miseria de lo posible del modelo K.
La policía que golpea y detiene a los vecinos, es la misma que mató en Ledesma y la que se lleva la vida de jóvenes mediante el gatillo fácil. Y junto con la gendarmería de Kristina son cómplices de las redes de trata que en la Quiaca hoy tiene a dos nuevas víctimas. A esta altura, ¿quién puede dudar de que lado están las fuerzas represivas? ¿Quién puede dudar que un sindicato de policías no haga más que favorecer el poder de estos represores?
Es necesario mantener la movilización y el apoyo a los vecinos hasta lograr la liberación de todos los detenidos y que los gremios del Frente de Gremios Estatales, la CTA y la CGT, la Tupac Amaru y todas las organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles preparen el paro y la movilización unitaria para repudiar la represión y pararle la mano al gobierno y a EJESA.