Uh ah Chávez no se vá

MARIO REGIS (º)

Apenas la titular del Consejo Nacional Electoral ratificó la elección del actual Presidente Hugo Chavez para la gestión 2013 a 2019, la gente de los barrios populares, que después del cierre de las mesas electorales ya estaba congregada en las esquinas bebiendo, vitoreando, sonando cornetas y bocinas y bailando, se precipitó hacia el Palacio de Miraflores.
Muy pronto las avenidas principales que circundan la sede del gobierno, la Urdaneta, Puente Llaguno y calles adyacentes se vieron compactadas por miles de personas, que al igual que los grandes ríos, se deslizaban con esa lentitud intensa e incontenible hacia su desembocadura natural: el ya legendario balcón desde donde el Presidente siempre ventila sus apasionantes discursos después de cada triunfo.
Cuando hizo su aparición hubo pequeñas avalanchas, como si hubieran entrado en una cancha todos los equipos de fútbol favoritos de los presentes. A las primeras frases el clamor opacó los sonidos festivos de los petardos, las bombas y los fuegos de artificio. El grito unánime “uh ah Chávez no se va”, se convirtió en el ritmo del gran corazón gigante en que se convirtió la masa enfervorizada que no paraba de saltar y agitar los brazos hacia el cielo. Cada frase que acababa con cierto énfasis era reforzada por las consignas corales: “Chávez, amigo, el pueblo está contigo”. Este magnifico contrapunto fue un ejemplo claro del carisma del presidente de Venezuela, de su energía avasallante y transparente, expresada en los rostros felices y emocionados de los convocados. En su mayoría jóvenes y de mediana edad, porque mucha pasión y aguante se necesitó para tantas horas de trajinar por las calles, estar de pie y luego saltando, y aún más, cuando ya el gran líder había cerrado su discurso, comenzar a bailar al ritmo de la música propalada a altísimo volumen y con letras teñidas de consignas chavistas, bolivarianas y socialistas, hasta casi las tres de la madrugada.
Pero los festejos no se detuvieron allí. AL mediodía en la Plaza Bolívar renacieron con un ritmo mas apaciguado y distendido, aunque con la misma alegría y pasión. Y aunque el Presidente recomendó en su despedida a la medianoche, retomar el trabajo el día lunes, la desobediencia a semejante consigna fue inevitable. La ciudad retomó su ritmo habitual de cualquier lunes, pero en las plaza comenzó a aglutinarse gente, algunos que detenían sus pasos laborales, otros por asueto ganado al trabajar el domingo en el proceso electoral, aglutinados entorno de un par de juglares que guitarra en mano los hicieron bailar y entusiasmarse con el triunfo de Chávez.

(º) Enviado Especial a Venezuela

Que el socialismo democrático se extienda por toda la américa

y desprendernos del yugo capitalismo que ahogan a los pueblos.

¡Fuerza, venezolanos!

CADA PAÍS tiene lo que se merece y tambien el tirano que se merece...AMEN

Se vé que están ardidos estos miserables gusanos lacayos del imperio con el triunfo del pueblo más maravilloso , más libre y más berraco en cabeza de un lider que está cumpliendo su promesa de dar hasta el último aliento de su vida por la dignificación y la felicidad de su gente .-

Cómo le quedó el ojo !! ..... larva ... pitiyanki .... majunche ....escuálido ... mamarracho .... con el triunfo magnífico de Chávez ?

jajajajajajajajjajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Atilio Borón ....sobre Clarín y Chávez .....

Convénzase: el enemigo principal e inmediato del imperialismo norteamericano es Chávez, no el Partido Obrero. Y el Grupo Clarín mandó a los “laburantes” aquellos que usted defiende a pelear en contra de Chávez e, indirectamente, a favor de la derecha de aquí y de allá y, sobre todo, a favor del imperio. Creo que coincidirá conmigo en que esos son nuestros enemigos. Tenga usted la seguridad de que si esa gente llegara a tomar el poder no harán ninguna distinción entre usted y yo: en las fosas comunes estaremos todos hermanados, como lo estuvieron quienes fueron apresados, torturados y desaparecidos por la genocida dictadura cívico-militar de 1976. No entiendo como es que usted puede defender a los enviados del Grupo Clarín mientras fulmina con su crítica a un personaje, Chávez, y a un proceso, la revolución bolivariana, a quienes el imperialismo norteamericano viene combatiendo desde hace trece años. ¿Por qué será? ¿No le parece que algo hace ruido en su cabeza? ¿No advierte alguna contradicción entre su retórica y la prosaica realidad de la vida política? ¿No cayó en la cuenta de que tras el “affaire Lanata” el Grupo Clarín se abstuvo de realizar cualquier análisis del triunfo de Chávez (o la derrota de Capriles). ¿Por qué habrá sido? Mi opinión: porque no le interesaba en lo más mínimo la labor periodística que pudieran hacer Lanata y su equipo sino que su objetivo era montar una operación dirigida a desprestigiar al gobierno bolivariano. No hubo tal atentado a la libertad de prensa o de expresión; lo que hubo fue la neutralización, por parte de las autoridades venezolanas, de una grosera maniobra de un equipo que llegó no con la misión de informar sino con el propósito de provocar.