Denuncian en Portugal carácter genocida de bloqueo a Cuba

Lisboa, 31 de octubre (PL). — El embajador de Cuba en Portugal, Eduardo González Lerner, denunció el carácter genocida y extraterritorial del prolongado bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a su país.

En rueda de prensa ofrecida en la legación de La Habana en Lisboa, González Lerner expuso las nefastas consecuencias de ese cerco de más de medio siglo, que calificó de criminal, absurdo, ilegal y moralmente insostenible.

Ante numerosos medios de comunicación lusos, el diplomático afirmó que ese asedio unilateral de Washington no ha conseguido ni logrará su objetivo de doblegar la decisión del pueblo cubano de defender su soberanía, independencia y autodeterminación.

El embajador explicó a los periodistas aspectos del proyecto de resolución que la nación antillana presentará, por 21 ocasión, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el próximo 13 de noviembre para exigir el cese de esa política hostil.

Resaltó que el carácter extraterritorial del bloqueo se recrudeció durante la administración del presidente Barack Obama, mediante la persecución y la aplicación de sanciones a instituciones y empresas que intentaron comerciar con la mayor de las Antillas.

González Lerner detalló que en más de 50 años, el daño económico causado por esa política de acoso contra la isla caribeña asciende a un billón 66 mil millones de dólares, considerando la depreciación de esa divisa frente al valor del oro en el mercado internacional.

Subrayó que tal engendro pretende doblegar al pueblo cubano y destruir el ejemplo de su Revolución, a la que calificó de símbolo de soberanía, independencia y de verdadera libertad frente al poderío hegemónico de la potencia imperialista.

El máximo representante de Cuba en Portugal recordó que en 2011 solo Estados Unidos e Israel se opusieron en la ONU al proyecto de resolución contra el bloqueo, en contraste con los 186 países que condenaron el hostigamiento de Washington.

Vaticinó que el venidero día 13, cuando se someta nuevamente a votación la resolución sobre la necesidad de poner fin a esa medida ilegal, la nación antillana contará una vez más con el apoyo de la mayoría de los estados representados en la organización mundial.