Fotos: Miguel Gutiérrez

Con la mirada y el corazón fijos en Santiago de Cuba, territorio donde las huellas destructoras del huracán Sandy se encuentran en cualquier sitio: desde el más humilde Consejo Popular, hasta el emblemático cementerio Santa Ifigenia, por citar solo dos ejemplos, se dirigió hacia el oriente cubano, en un recorrido por las cinco provincias, Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

 

En cada sitio visitado se produjo un rico intercambio entre la dirigente y las federadas, muchas de ellas damnificadas, pero no por ello indiferentes al movimiento de limpieza, saneamiento y reconstrucción que la ciudad protagoniza.

 

Las huellas del ciclón se perciben a cada paso: inmuebles en el piso, árboles derribados, palmas decapitadas, cristales desaparecidos…Sin embargo, calles y parques se muestran limpios de escombros, como si ese destructor evento meteorológico no hubiera cruzado por la ciudad.

 

Ante este paisaje se busca una respuesta y esta puede ofrecerla cualquier habitante de la urbe: Esa es obra de las santiagueras, que al día siguiente del paso del ciclón, se lanzaron para las calles con escobas, mangueras y cubos y ¡a limpiar!

 

A la provincia de Santiago de Cuba, Teresa Amarelle llegó acompañada por las secretarias generales de Las Tunas y Granma, provincias que en tiempos no tan lejanos padecieron los rigores de intensos huracanes. El objetivo era que ambas compañeras expusieran sus experiencias al respecto y colaboraran con la máxima dirigente femenina de Santiago de Cuba, Surina Acosta.

 

Recorrer la ciudad es conocer a profundidad lo sucedido. El Consejo Popular Chicharrones tiene contabilizados más de 4 mil 400 damnificados. Ocurrieron 483 derrumbes totales, más de mil 700 parciales y 995 afectaciones en techos. Pero no se está de brazos cruzados.

 

La Comisión de trámites para la atención a damnificados del Sandy, compuesta por representantes del Banco, del ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Finanzas y Precios y Vivienda, labora incansablemente mientras tengan luz ambiente y, en ocasiones, han prolongado la jornada con lámparas recargables, porque aún falta el servicio eléctrico.

 

María Josefa Viant Díaz, presidenta del Consejo, no pierde tiempo para explicar que por el paso de Sandy se han vivido momentos difíciles, en los cuales las federadas demostraron valor extraordinario, dando albergue a vecinos en sus casas, sujetando techos, distribuyendo comida, limpiando, cumpliendo misiones en la evacuación. Aquella, dice, fue una madrugada terribles y todavía los más pequeños con ciertos traumas.

 

En Marverde, puerta de entrada de Sandy, la destrucción es inmensa. Hay muchas familias evacuadas. Para Esperanza Galindo Prado, abogada y delegada de la circunscripción 54, la realización de ejercicios de la Defensa Civil frente a desastres naturales fueron de gran ayuda aquella larga noche del 24 de octubre, cuando tuvo que apoyar la evacuación de casos críticos, personas encamadas y con problemas de locomoción. Su nombre, y el de la doctora Elizabeth Martínez, son los más mencionados con frases de agradecimiento por aquellos hermosos parajes ahora desolados.

 

A la furia de los vientos categoría dos nada escapó. Así, una parte del techo del Memorial Vilma Espín sufrió algún deterioro; no obstante eso no representa obstáculo para que alumnos de la ESBU Roberto Rodríguez, muy dañada, ocupen una de las áreas del inmueble y reciban sus clases. Con ellos también dialogó la Secretaria General de la FMC, quien se interesó con los adolescentes sobre las condiciones de sus hogares y familias. Reconoció a las trabajadoras del Memorial por haber cedido el espacio para aula y le preguntó a los estudiantes ¿cómo piensan recompensar a la institución por tan noble gesto? Para las muchachas y muchachos la respuesta no podía ser otra: estudiando más la vida de Vilma.

 

La tarde fue diferente. Cayo Granma, al otro lado de la bahía esperaba con sus heridas abiertas.

 

Teresa Amarelle Boué y Surina Acosta recorrieron las calles, hablaron con habitantes del lugar, visitaron algunos hogares, escucharon diversos planteamientos de numerosas personas, alertaron sobre portales y casas que aún se mantienen en pie, pero constituyen verdadero peligro, se interesaron por los suministros de alimentos, por la adopción de medidas de higiene, vieron parte de los materiales con destino a la población y conocieron, de primera mano, cómo se protegen de noche y de día para que nadie se apropie indebidamente de ellos. También dialogaron con federadas y población en general sobre la ayuda entre vecinos en estas circunstancias, la necesidad de organizar una brigada, entre ellos mismos, que se ocupe de ir arreglando algunos techos, incluso con tejas recuperadas.

 

Instaron a sembrar árboles de utilidad económica y ornamental, para tener pronto un Cayo más hermoso y sugirieron la necesidad de desarmar casas grandes y muy dañadas, y utilizar esa madera en la construcción de una vivienda más pequeña.

 

Báguanos: otro alto en el camino

Los daños fueron considerables y se calculan las pérdidas en 11,2 millones de dólares. Allí se afectó severamente la agricultura cañera y no cañera, colapsó la electricidad y la telefonía. Cuando llegamos, por doquier se veían obreros empeñados en sustituir postes y levantar cables.

 

A pesar de los estragos de Sandy, la fortaleza de quienes habitan Báguanos quedó intacta.

 

Las máximas autoridades del territorio aseguraron haber acopiado todo lo recuperable, porque con eso había que continuar. El campesinado se comprometió a plantar cultivos de ciclo corto y en breve tiempo fueron removidos los 60 mil metros cúbicos de escombros. Fue excelente la respuesta de los habitantes y las mujeres se han mantenido a la vanguardia.

 

Ante este panorama, donde la destrucción y la laboriosidad se confrontan a cada paso, Teresa Amarelle pidió que siempre se contara con las federadas, con su esfuerzo, su tesón, su patriotismo.

 

Luego se encaminó hacia el círculo infantil Amiguitos de Martí, que quedó con un área severamente dañada, pero las trabajadoras buscaron alternativas y la instalación recobró su vitalidad en breve tiempo. De inmediato se interesó por la vinculación de las federadas a la institución docente y conoció del apoyo en la limpieza y remozamiento del inmueble, y el mobiliario, de la confección de juguetes y medios de enseñanza, de actividades de carácter político y de cumpleaños colectivos. Intercambió con madres y padres, quienes fueron rotundos en su afirmación: El círculo infantil está priorizado.

 

Ante un grupo congregado en el vestíbulo del círculo, Teresa se refirió a la gran fortaleza que significan las cubanas: Son, la mayoría del personal técnico y profesional del país, muchas forman parte del movimiento de innovadores, no pocas son creadoras, así que entre todas, tenemos que ayudar a restituir lo perdido. El Movimiento de Mujeres Creadoras será de gran utilidad en los bloques y delegaciones donde se crean valijas para entregar a damnificados. El momento es de trabajar más y mejor.

 

Mayarí a la vista

De noche fue la llegada a Mayarí. La zona urbana luce su mejor oscuridad, porque aún el servicio de alumbrado público no había sido posible restablecerlo. En este territorio viven 103 mil habitantes en mil 710 kilómetros cuadrados. Tiene, además, cuatro Consejos Populares pertenecientes al Plan Turquino.

 

Algunas áreas tienen nuevamente electricidad gracias a la entrega laboriosa de obreros y técnicos llegados de otras provincias. En la Circunscripción 52 en el barrio El Naranjal ya la disfrutan y allí se congregan, en una casa de familia, las federadas del bloque 20.

 

La sala resultó pequeña, por lo que muchas se quedaron en el portal y otras no pudieron pasar de lo que hasta hace poco fue el jardincito.

 

En ese bloque existían 262 viviendas y 115 sufrieron algún tipo de afectación. Los derrumbes totales llegaron a 15.

 

Desde su computadora, una joven federada muestra algunas fotos. Las mayaricenses reviven aquellas tristes horas de viento, furia y destrucción. Cuando pasó la última imagen María Antonia Rill Llorente, delegada del Poder Popular, explicó que a las siete de la mañana ya había otro ciclón formado por las federadas, en una acción que ellas denominaron A la calle con escobas y fueron limpiando e higienizando cada espacio público en evitación de epidemias. Por otro lado salieron las Brigadistas Sanitarias, apoyando a Salud Pública en la búsqueda de personas con fiebre, dolor de cabeza y otros malestares. Además, se hicieron tres audiencias sobre la necesidad de hervir el agua.

 

María Antonia siente orgullo al narrar cómo han enfrentado estos momentos difíciles. Insiste en que el apoyo del bloque ha sido primordial y destaca la actitud de muchas mujeres, con algún tipo de afectación en sus hogares, pero han aportado a las valijas para quienes están en peores condiciones.

 

Aquella noche se habló del ejemplo de Josefita, que se dio a la tarea, sin que nadie se lo pidiera, de visitar a las familias afectadas por derrumbes totales, para explicarles cómo será el pago de los recursos.

 

Otra federada expuso: Mi casa se quedó sin techo, pero sentí mucha solidaridad y ese mismo día tuve otro techo puesto, es verdad que es mixto, que tiene todos los colores posibles, pero ahí está, con la ayuda de mis vecinas que me llevaban pedazos. Y mi patio, que se quedó pelado, ya lo tengo sembrado con boniato, yuca y exhorto a las demás a que hagan eso. Siembren matas que aporten a la alimentación.

 

Nuevamente es María Antonia quien habla:

Aquí tenemos federadas que albergaron en sus casas a personas durante 13 días. Otras hirvieron agua con carbón y suministraron a los albergados. Donde hubo derrumbes, hay brigadas de recuperación, buscando clavos y puntillas. El ciclón pasó y destruyó pero nos fortaleció y unió. Compartimos lo que tenemos.

 

Es impresionante lo que han hecho, expresó Teresa. Aquí encontramos espíritu de combate. Les propongo poner a funcionar el Movimiento de Mujeres Creadoras, trabajar en la reforestación, porque la floresta ha sido muy dañada. Por cada árbol derribado vamos a plantar 5. Recoger bolsitas y hacer viveros de plantas medicinales, aromáticas, frutales para luego acometer la siembra. Vine a darles un poco de aliento y me marcho convencida de la gran fuerza que hay en las mujeres.

Así transcurrieron los días, cargados de una intensa actividad. En cada sitio visitado se vio, junto al esfuerzo cotidiano, la convicción de que el oriente cubano sabrá reponerse y salir adelante, con el empuje de sus hombres y de sus mujeres, muy activas en estos tiempos de recuperación.

 

Un salto hasta Gibara

En la también Villa Blanca de Holguín ocurrió un hecho de singular importancia.

 

En la hilandería Inejiro Asanuma, de fuerte tradición laboral, Teresa, en unión de la directora general de la instalación fabril, Aida Oro Lan, develó una tarja que perpetúa la presencia de la eterna presidenta de la FMC, Vilma Espín, en ese lugar.  

 

En un aparte con Rosaida Taño Ricardo, secretaria general de la organización femenina en la provincia de Holguín, conocimos del interés por identificar para las presentes y futuras generaciones los sitios recorridos por la combatiente del llano y de la Sierra, como parte de un proyecto denominado La ruta de Vilma.

 

En breves palabras en el acto de develación, Teresa Amarelle Boué agradeció la oportunidad de estar en ese colectivo, respetuoso de nuestra historia y de las tradiciones laborales y los exhortó a continuar produciendo con eficiencia y calidad.

 

El autor de la tarja, Carlos Viciedo Torres, recibió el aplauso agradecido y un diploma de reconocimiento por su desinteresado gesto.

 

Un recorrido por la hilandería en plena actividad llevó a la Secretaria General de la FMC hasta el punto donde se confeccionan las tan necesitadas frazadas para piso. Allí comprobó la calidad de ese producto y dialogó con los hombres y mujeres encargados de la producción.

 

Al retirarse de la Inejiro Asanuma la también diputada al Parlamento felicitó a la directora general Aida Oro Lan, quien lleva varias décadas en esas funciones y fue testigo de la memorable visita de Vilma.

 

La cita fue a las cinco

A esa hora de la tarde, de todos los lugares de la ciudad de Las Tunas se dirigían hacia una misma dirección numerosas mujeres. En ese sitio se produciría un encuentro de Teresa Amarelle con dirigentes de bloque de la organización femenina.

 

Una pregunta de la Secretaria General inició el fluido intercambio: ¿Cómo consideran que debe ser el trabajo de la FMC, en este momento de actualización económica?

 

Federadas con una rica trayectoria relataron sus experiencias. Se refirieron a la importancia del sentido de pertenencia, a la solidaridad entre vecinas, al entusiasmo…

 

Alguien refirió lo que ocurre en algunos bloques los martes en horas de la noche. En este punto Teresa propuso que esa experiencia y las buenas prácticas se conozcan en otros.

 

La voz de Berta Luz, del bloque 39, se escuchó cuando esta federada habló de que no siempre la asistencia a las actividades del bloque se presenta de igual forma: en ocasiones es muy alta, pero otras veces no es así; pero lo que no puede faltar es el trabajo sistemático en las delegaciones. Explicó cuánto hacen con un grupo de jóvenes con problemas así como del intercambio epistolar con Antonio Guerrero y la labor de solidaridad con los Cinco que extendió a la comunidad. Mencionó las visitas a hospitales y la ayuda a personas adultas mayores.

 

Teresa Amarelle se interesó por conocer si esas visitas a hospitalizadas y a grupos de la tercera edad se realizan a título de amistad o de vecinas o si se hace saber que es la organización que llega hasta ellas e hizo énfasis en la importancia de divulgar lo que se hace. Hay que decirlo para que se conozca, puntualizó.

 

Una joven funcionaria de la FMC consideró como lo principal ocuparse y preocuparse de la problemática de las mujeres en la base.

 

¿Qué problemas específicos? ¿Cómo tú crees que podemos actuar?, indagó Teresa.

La respuesta no se hizo esperar: «Informarnos con la secretaria de la delegación y cuando sepamos el problema, acercarnos a las mujeres y orientarle que se dirija a la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia, para que un equipo especializado la ayude. Eso hará que esa mujer se identifique más con la FMC».

 

Para otra federada, en cambio, la mejor Casa de Orientación es la propia delegación, donde todo-dijo- se puede resolver: desde enterarse por qué un niño o niña no acude a la escuela hasta la siembra en nuestros propios patios de plantas de condimentos o de otro tipo, que ayuden a la economía familiar.

 

La Secretaria General compartió ese criterio y abundó: En cada delegación seguramente alguna federada tiene una revista Mujeres o un DVD, que estoy segura pone a disposición para estudiar un material con el que podemos hacer un intercambio provechoso sobre temas que afectan o tienen ver con la familia, con la mujer; porque, miren, hay que ayudar a vivir a las federadas, pero de esta forma, preparándolas mejor. Esa es nuestra misión. Y recuerden: lo primordial es sistematizar la labor de la delegación; que cada federada interiorice que ella es la Federación y coopere con el autofocal para cuidar la salud, en la reforestación, con árboles imprescindibles para nuestra economía. El primer trabajo, insisto, debe partir de la delegación y preguntarnos: ¿qué hacemos desde esa instancia, por esa mujer, vecina, federada, pero además es miembro de las FAR, es educadora, es constructora? ¿Qué hacemos con las médicas, que tienen guardia cada 4 días y además imparten docencia? ¿Se han puesto a pensar ustedes en esas doctoras, posiblemente con niños pequeños, que cada 4 días pasan la noche fuera de sus casas trabajando? A esos detalles debe ir encaminado el trabajo de la delegación.

 

Así tanscurrieron los numerosos intercambios sostenidos con cientos de federadas en los territorios de las provincias orientales en los cuales, Teresa Amarelle Boué, miembro del Comité Central del Partido, orientó utilizar en cada organización de base revistas, plegables, programas radiales y televisivos de manera intencionada y amena para motivar a las muchachas y a los jóvenes, todos los materiales que aborden temas sobre sexualidad, violencia de género, cuidado de la salud, medioambientales, medidas higiénicas en general, el VIHsida, la maternidad en la adolescencia, el respeto,  la solidaridad, el patriotismo…

 

En cada encuentro sostenido quedó claro el mensaje: Tenemos que ponernos a tono con las situaciones que vive nuestra Patria y trabajar duro, que se sienta la FMC orientando a las mujeres.

 

Una tarde con las bayamesas

En esta oportunidad el encuentro fue en el bloque 209, del Consejo Popular Rosa la Bayamesa. En el local del Joven Club de Computación se agruparon federadas, dirigentes de base, de bloque, la presidenta del Consejo Popular e integrantes del Proyecto Juana Moreno en su nueva mirada. Adria Muñoz Maceo, quien lo dirige, habló de sus objetivos y de cómo por el proyecto hay pasado ya mil mujeres, porque en 10 años han realizado 65 talleres.

 

En este encuentro se dieron a conocer experiencias muy novedosas como la de Clara Rosa Maceo Zamora, quien junto a otra federada decidió, al día siguiente del paso del ciclón, viajar por su cuenta hasta Santiago de Cuba y pasar allá el día recogiendo árboles derribados, y basura de las calles.

 

Jenny, la presidenta del consejo, se refirió a los tribunales morales que sesionan los sábados y tienen como objetivo explicar, partiendo de las leyes existentes, las medidas o sanciones que pudieran llegar a aplicárseles de continuar con esa actitud que ha hecho que sean llevados ante ese tribunal, en los que actúan médicos, psicólogos y otros profesionales. El objetivo es que esas personas mejoren su actuación y no lleguen a una prisión.

 

La Secretaria General de la FMC enfatizó en la necesidad de apoyarse en programas como Cuando una mujer para intercambiar sobre determinado tema. Una vez más se refirió a que cada federada tiene que encontrar una respuesta en la delegación y esta instancia debe dinamizarse. Ustedes, añadió, han mostrado experiencias conmovedoras, continúen así y no descuiden el trabajo con la juventud, empiecen desde la niñez. Me he sentido muy bien aquí. Estas son experiencias que se pueden aplicar en otros lugares. Sabemos que con las mujeres del reparto Rosa la Bayamesa se puede contar.