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'Estoy viviendo una etapa de mi vida de desengaño total', dice la exdelegada de Limones.
La Seguridad del Estado amenazó este miércoles a la exdelegada de Limones (Las Tunas) Sirley Ávila León con encarcelarla si continúa recibiendo en su casa a disidentes, según denunció ella misma.
"Me dijeron que si recibía a alguien más aquí me iban a desaparecer, a meter presa (…) Viendo la forma en que están hablando, sé que son capaces de cualquier cosa", dijo Ávila León en declaraciones publicadas por la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
La exdelegada afirmó que fue interceptada por el jefe de sector de la Policía en el poblado de Calixto, cuando se dirigía a Santiago de Cuba para recoger unas medicinas en casa del exprisionero político José Daniel Ferrer, líder de la UNPACU.
Añadió que estuvo esperando cerca de tres horas en la unidad de la Policía local por oficiales de la Seguridad del Estado que se trasladaron desde Las Tunas para amenazarla y acusarla de buscar "publicidad".
"Me dijeron que, como yo no quería entender la situación y había continuado comunicándome con ustedes (los disidentes), ya no me iban a tratar como lo habían hecho al principio, que ahora me iban a tratar como lo que yo era", relató Ávila León.
"Comenzaron a proferir amenazas, a preguntar a dónde iba y qué iba a hacer (…) Me faltaron el respeto, que por qué no me quitaba la careta y decía de una vez que era una contrarrevolucionaria", agregó.
"Yo pienso que careta están utilizando los de doble moral, que son los del Gobierno este, los que gobiernan este municipio y, por lo visto, los que están gobernando el país también, porque lo que está escrito en la Constitución es una cosa, lo que está escrito en los lineamientos (del Partido Comunista) es una cosa y lo que está haciendo el Gobierno con el pueblo, con los campesinos, es otra", señaló.
La exdelegada aseguró que los agentes le dijeron que le iban a quitar su teléfono "porque no es para estar haciendo contrarrevolución". Por el momento, la Seguridad del Estado se quedó con su carné de identidad y volvió a citarla para este jueves.
"Estoy viviendo una etapa de mi vida de desengaño total, de ver frustrados los 53 años que tengo de haber luchado en base a nada", dijo Ávila León.
"Estoy convencida, con el trato que me dieron los compañeros de Seguridad del Estado, que ustedes, la disidencia (…) es verdad que han sido maltratados, que han sufrido abusos puede ser que hasta físicos", agregó.
"Yo quiero que el mundo sepa que yo no he hecho contrarrevolución", dijo y consideró que solo ha defendido "la verdad".
Ávila León se dio a conocer en septiembre pasado, cuando, cansada de la falta de respuesta de dirigentes locales y nacionales, acudió a medios de prensa fuera de la Isla para denunciar la situación de su pueblo.
La mujer, que fue elegida en tres ocasiones por sus vecinos delegada del Poder Popular, exigía la reapertura de la escuela de Limones, que las autoridades provinciales cerraron en 2011.
Acudió al Consejo de Estado, la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Ministerio de Educación, el periódico Granma y hasta a Raúl Castro, sin que sus reclamos recibieran respuesta.
"Ustedes me han atendido siempre", dijo Ávila León en referencia a la disidencia.
Ahora, las autoridades "me están llamando, pero con amenazas, ofensas", añadió.
"Lo que estoy viendo es que de verdad aquí no se puede hablar, que aquí hay que estar sumisos, aguantando y soportando lo que quieran ellos hacer con nosotros", se quejó.
"Me duelen tantas vidas preciosas que se perdieron haciendo esta revolución para que al final de una jornada tan larga, de 53 años, se haya dado cuenta uno de que fue solamente para que muchos dirigentes vivan del sudor, del sacrificio del pueblo", criticó.
Ávila León consideró que fue citada por la Seguridad del Estado porque las autoridades saben que tiene pruebas para fundamentar sus denuncias sobre la situación de los campesinos.
"No quieren dejar llegar a nadie aquí para que las vea. Tengo pruebas de los siete años que me pasé luchando por la dignidad del campesino", dijo.
"No tengo miedo", aseguró. "Estoy dispuesta a soportar cualquier cosa, lo único que siento es echarle a perder la vida a mi hijo".
"Voy a ser una presa que no claudica (…) no me van a intimidar con nada", dijo.
Ávila León no consiguió la reelección en los recientes comicios municipales del Poder Popular, después de que las autoridades locales realizaran una campaña de descrédito en su contra e incluso dividieran su circunscripción para restarle votos.
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