CIU busca el pacto mientras ERC no quiere entrar en el Gobierno

El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, se ha desplazado esta mañana a la sede central de CiU en Barcelona para reunirse con sus asesores, mientras que el secretario general de CDC, Oriol Pujol, ha admitido públicamente que la coalición está ahora «en manos de ERC».

En declaraciones a Rac1 y según un comunicado de esta emisora, Pujol ha destacado que el resultado del 25-N, que da a CiU 50 diputados y a ERC 21, «nos deja en manos de Esquerra o, de forma más difícil, con ICV, que estarán en el 'no' permanente».

El secretario general de CDC ha asegurado que ERC no se puede quedar «cómodamente instalado» ya que el resultado de la formación independentista «les obliga mucho» a la hora de negociar un nuevo Govern y las condiciones de una consulta soberanista. Oriol Pujol ha afirmado que la opción de pactar con el PP está «muy descartada», pero sin embargo no se ha negado a que el PSC «pueda encontrar una manera de arremangarse» y colaborar con CiU.

Esquerra propone liderar la oposición

Por su parte, el líder de ERC, Oriol Junqueras, ha dicho hoy que su partido no se plantea estar en el próximo gobierno catalán y se propone liderar la oposición, pero se ha mostrado abierto a pactar una agenda de objetivos básicos con CiU que incluya la convocatoria de un referéndum de autodeterminación.

En la rueda de prensa posterior a la reunión de la comisión permanente de ERC, Junqueras ha recordado que CiU sigue siendo la fuerza mayoritaria pese a su retroceso y que, para Esquerra, los «objetivos de carácter nacional y los económicos» van unidos y son indivisibles, por lo que representa una alternativa distinta a la que defiende la formación que encabeza Artur Mas. Según Junqueras, CiU se ha equivocado al plantear el proceso soberanista como un liderazgo personal cuando ERC es partidaria de «construir liderazgos compartidos y colectivos», pero también «se equivocan el gobierno español» y los partidos de ámbito estatal al considerar que dicho proceso ha quedado frenado con el retroceso de Artur Mas y de su formación.