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De: carlos305  (Mensaje original) Enviado: 04/12/2012 14:12

El negocio de las donaciones a Cuba

| Por Andy P. Villa

Moto de donacion - Foto de Andy P. VillaGUADALAJARA, México, noviembre, www.cubanet.org -Después de la desintegración del grupo del MININT conocido como MC (Moneda Convertible), a raíz del descubrimiento de que sus jefes estaban involucrados en el narcotráfico y de la caída del campo socialista, el Gobierno de Cuba fue en busca de otras estrategias para sobrevivir en el “Período Especial”. En la década de los años 1990s se pusieron de moda las donaciones a Cuba.

Una parte del material que entraba a la isla provenía de grupos de solidaridad, de izquierda, de todos los rincones del planeta y se dice que otro por ciento provenía de las compras del propio Gobierno en el extranjero, pero de forma más discreta que como operó por años el Grupo MC.

Las donaciones de los amigos izquierdistas incluían de todo, desde lápices hasta motocicletas, y se dice que hasta autos. Llegó un momento en que el Gobierno creó un departamento para este asunto, denominado: “donaciones” que funcionaba como una empresa independiente y tenía su propio director.

Conozco bien el tema porque tuve tres amigos que trabajaron en “donaciones”. Uno de ellos tenía un cargo bastante importante dentro de dicha dependencia, y otro era chofer de uno de los camiones que transportaban las mercancías. Aparentemente tenían funciones muy diferentes, pero en algo eran idénticos: robaban hasta la saciedad para vender en el mercado negro cuanto artículo les llegaba.

El que era chofer, al que le decían “el chino”, tenía mecanismos bastante burdos. Se ponía de acuerdo con algún compinche para en un punto de la ruta de traslado entregarle todo lo que fuera capaz de cargar. El otro, el ejecutivo, que además era un tipo muy inteligente y más sofisticado, se las ingeniaba para sacar la mercancía por la puerta, con hoja de ruta falsa.

Pero al final el destino era el mismo: sus vecinos y amigos del barrio que le comprábamos casi todo lo que se robaban. El ejecutivo usaba un cuarto de su casa como improvisado showroom donde mostraba la mercancía a sus clientes. Por ejemplo, una vez tenía en exhibición todos los accesorios necesarios parta la instalación eléctrica de una casa u oficina: apagadores, tomas de corriente, cables, canaletas, etc, y de varias marcas y modelos.

El camionero gustaba más de vender artículos de primera necesidad como jabones, detergentes, champú, cosméticos; o alimentos, como leche en polvo, comidas enlatadas, café, etc. La primera vez que conocí el detergente “Ariel”, hecho en México, fue gracias a él. En esa ocasión tenía bolsas de varios tamaños y varias marcas y a muy buenos precios, la mitad del costo en las shopping.

Fue a finales de la década de los años 90 que de momento empezaron a verse en La Habana motocicletas modernas de baja y mediana cilindrada, de marcas japonesas como Honda, o españolas como Derbi, antes de que empezara el Gobierno a vender las scooter a extranjeros y empresas, en la tienda de la Calle 23 en el Vedado, o en la ensambladora en Lawton.

Pues bien, esas primeras motos de modelos más llamativos, deportivas, entraron por “donaciones” y de alguna forma los de “donaciones” se las arreglaron para legalizarlas y venderlas. Todas tenían traspaso. Les aseguro que la moto que aparece en la imagen que ilustra este artículo fue adquirida por el mecanismo de “donaciones”, la foto fue tomada en 1997 en el exclusivo reparto Atabey.

Los altos jefes de “donaciones” se volvieron muy poderosos. Ante la escasez de gomas para autos, baterías y otras piezas de repuestos, los jefes de todos los ministerios y empresas tenían que recalar en “donaciones” para asegurarse de que sus autos no dejaran de rodar.

Se hicieron en aquellos tiempos todo tipo de trueques y “arreglos” para canalizar las donaciones a los mejores postores. De cada tipo de artículo siempre mantenían a buen resguardo una cantidad determinada, por si el Comandante lo mandaba a pedir, ya fuera para su “reserva” o para el destino que se le ocurriera. Quizás por tener esa cautela duraron tanto tiempo “ordeñando la vaca”; supieron aprovechar la
coyuntura y hacer una fortuna sin meter la pata.

El camionero duró poco en “donaciones”, parece que una de las veces al chino de le fue la mano y lo botaron por avaricioso.

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