Sheyla Delgado
(GRANMA)-¿Cómo operaba la red? Con las tarjetas celulares que adquirían en el territorio nacional, registradas lógicamente a nombre de ciudadanos cubanos, utilizaba un programa para que los mensajes enviados desde el exterior hacia Cuba fueran cobrados a otra tarifa, empleando indebidamente el canal de ETECSA.
En este primer proceso hay cuatro acusados, dos de ellos están en prisión provisional.
El segundo caso utilizaba prácticamente el mismo modus operandi, pero funcionaba a través de la telefonía fija. Los fondos aquí llegaban desde otra empresa en el exterior, cuyo dueño también es un cubano que reside en España.
Esta comercializaba llamadas originadas desde otros países hacia nuestra nación, por el sistema de telefonía fija de ETECSA, de modo que “aparecieran” como llamadas nacionales.
Los contactos en Cuba del propietario de esa entidad alquilaban a este sus teléfonos fijos y, al hacerlo, no podían usarlos. Por “arrendarlos” obtenían cada mes 200 CUC.
Esos teléfonos se conectaban a una antena satelital, la cual había facilitado también la empresa en cuestión. Pero la “telaraña” no terminaba ahí. Según se ha detectado en la investigación penal, los arrendadores del servicio telefónico buscaron a otros vecinos para que hicieran lo mismo.
Así, se estaba cometiendo una violación, pues tal y como aparece explícitamente en el contrato de dicho servicio con ETECSA, las personas a quienes se les instalan teléfonos en sus viviendas no son propietarios de estos, sino titulares. Por ende, el teléfono no resulta un bien comercializable.
Hasta el momento, son nueve los acusados en este proceso judicial, y de ellos, cuatro guardan prisión provisional.
Datos suministrados por la Fiscalía revelan la participación en los hechos de un integrante de la División Habana, de ETECSA, quien suministraba información para la ilícita actividad.
Otro de los implicados trabajaba en la Dirección Informática de una institución nacional y, de manera irresponsable e ilegal, utilizaba cinco líneas de su centro laboral para tales operaciones con la empresa radicada en España, además de la cuenta en Internet que le asignó su entidad. Por la antena satelital le pagaban 500 CUC, y se le comprobaron —en total— unas 13 líneas telefónicas en función de las comunicaciones ilegales.
Entre los acusados, se encuentra —también— un trabajador informático de otra entidad laboral, quien empleaba en los negocios ilegales una cuenta de Internet de dicho centro. (MAS…)