La Operación Red Dawn concluye con la captura del dictador iraquí Saddam Hussein por tropas estadounidenses en Ad-Dawr, cerca de su pueblo natural (Tikrit) y la foto que da vuelta al mundo sin aclarar que quien da la cara no es un soldado americano, sino un iraquí nombrado Samir, que prestaba servicios como traductor, con padre encarcelado y otros parientes asesinados por orden de Saddam. Así lo revelaría el teniente coronel Steve Russell en su memoria sobre la búsqueda y captura de Saddam Hussein: We Got Him! (Threshold Editions, 2011).
Samir se había alzado contra Saddam en medio de la Guerra del Golfo (1991) y tras retirarse las fuerzas estadounidenses pasó tres años en campo de refugiados en Arabia Saudí hasta ser reubicado en St. Louis (EE. UU.). Trabajaba en un establecimiento de ventas de piezas de autos cuando decidió incorporarse a la fuerza expedicionaria contra Saddam como traductor. Samir sirvió como tal en el interrogatorio de un guardaespaldas de Saddam apresado en Tikrit, quien acabó revelando el paradero del dictador depuesto.
Ya en Ad-Dawr principió la búsqueda y de reprente el guardaespalda exclamó que Samir estaba encima de donde Saddam se ocultaba bajo tierra. Excavaron y sería Samir quien agarró a Saddam para sacarlo del hueco. Samir declararía al St. Louis Riverfront Times: I told him he was a criminal and a murderer. I hit him and spit in his face. I stepped my foot on his head and his back. He wasn’t crying, but I think he was shocked. No one had ever treated him this way. Samir subiría la foto a Internet y concitó así la ira del Pentágono. De paso divulgó que Saddam lo único que atinaba a decir era la letanía America, why? America, why?