EL PARLAMENTO DEL SIIIIIIIIII - LA CUBA DEL GRAN PAPIYO

Un parlamento sin debates, editorial 251

Jueves, 20 de Diciembre de 2012 15:13

Luego de la información aportada por los medios oficiales de prensa escrita, radial, televisiva, etc., lo único que queda es la esperanza de que sea cierto que esta es la última sesión de en que en lo que dan llamar "Parlamento", cuente con la presencia del genera presidente y su élite fósil.

La última sesión de la llamada "Asamblea Nacional del Poder Popular", transcurrió sin debates, sin discusiones y sin criterios encontrados. Digno de mención fue el aporte del shaman de la economía y los lineamientos, nos referimos al señor Marino Murillo Jorge, puesto en dificultades afectivas por conjunciones adversas en que Eros y Tanatos le jugaron la mala pasada. Su hija, la niña educada con amor y con el resto del paquete que llega convoyado con ser hijo o hija de papá, se enamoró (Eros) y el amor fue bendecido por la Ley de Ajuste Cubano (Tanatos) vigente en los Estados Unidos.

Cuando en función de los lineamientos, el señor Murillo abordó el decrecimiento o envejecimiento poblacional el señor Murillo habló de un ciertamente discutible crecimiento "biológico" poblacional. Siempre de acuerdo con tan respetado shaman, Cuba experimentó un crecimiento biológico en este año 2012 que concluye. Para muchos, con tal de no decir que las mujeres jóvenes en Cuba no desean procrear o parir hasta que el señor Murillo y el resto del actual equipo gobernante no existan, y que los hombres jóvenes no quieren formar o constituir un hogar por las mismas razones, el shaman de la élite se centró en la biología. Tiene muy cerca y en casa la triste realidad. Sus nietos no aumentarán el inventario de recursos humanos de la Isla a disposición del equipo fósil y verdeolivo del general presidente. Serán ciudadanos libres y con derechos de los Estados Unidos, que en un futuro podrían ser hasta representantes en La Florida y desde allá, apoyarnos en la democratización. No será tan malo, solo regular y ya esto es algo.

Otra intervención fuera de serie fue la del ministro de comunicaciones, de quien no vale la pena ni mencionar su nombre, sonoro y de islámica filiación, ya que nadie tiene la certeza de que dentro de deis meses ocupará esa u otra cartera o volveremos a saber que existe. Luego de no mencionar o mencionar muy poco, algo sobre el destino incierto del promovido y luego silenciado cable de fibra óptica desde Venezuela. Dejó bien claro que de Internet nada para los cubanos. ¡Magistral!

El resto transcurrió con la exposición de las mismas dificultades de los últimos 53 años orladas por la misma incompetencia y la misma falta de soluciones. Ojala esta sea la última vez que sepamos de este parlamento de unanimidades sin debate.
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