La paciencia te enseña a no empujar, sino a saber esperar y a apreciar el juego de la vida, sabiendo que nada permanece siempre igual, sino que todo, en un momento determinado cambia. Tu diálogo interno determina tu manera de ver el mundo.
Cuando te hablas con reproche y exigencia, estás creando un mundo de estrés y de dolor. Para estar en paz crea un diálogo amoroso contigo mismo, que permita despertar y expresar tus valores hacia el mundo exterior.
Vivir con sencillez es dar el mejor uso a aquello que tienes y desprenderte de aquello que no utilizas.
Amar las cosas sencillas es humildad.
Significa respetar todo aquello que la vida te presenta.
Significa apreciar y valorar cada cosa en su medida.
Significa permanecer enfocado en la paz interior y no perder el bienestar personal.