La estrategia de comunicación sobre la enfermedad de Chávez ha sido una cuestión recurrente en el diseño de mensajes por parte del núcleo duro chavista. Un documento interno de agosto de 2011, titulado «Imagen del presidente ante el inicio del nuevo ciclo de tratamiento», especificaba ya todo un plan de acción.
«Es más que probable», indicaba el informe, con la preocupación puesta en las elecciones presidenciales que quedaban por delante, «que la recuperación del tratamiento requiera mucho reposo y aconseje disminuir la frecuencia de las apariciones públicas del presidente. Por ejemplo, convendría modular las apariciones en directo, evitando así el riesgo de trasmitir una imagen no planificada de agotamiento o debilidad, por no hablar de una indisposición sobrevenida que obligara a interrumpir una intervención, lo que podría resultar muy perjudicial».
Los estrategas advertían que demasiados signos evidentes de enfermedad, «si no se controlan adecuadamente podrían transmitir una imagen de degradación y agotamiento manipulables por los enemigos tanto a nivel nacional como internacional». «No conviene», añadía el documento en negrita, «que la imagen de lucha del presidente contra la enfermedad que es necesario transmitir pueda derivar en la imagen de un hombre enfermo».
También se recomendaba designar una «portavocía médica capaz de transmitir seguridad y estabilidad sobre el proceso de curación del presidente», así como «apostar por una combinación entre una vestimenta clara (camisas blancas) que transmitan salud, evitando indumentarias hospitalarias, y la vestimenta militar que transmita determinación en el combate contra la enfermedad».
Un líder que camina
También se abogaba por «espacios claros y soleados acompañados de vegetación y por la imagen en movimiento del presidente (caminando) evitando los espacios cerrados así como cualquier imagen de prostración convaleciente». Con el tiempo, las tomas caminando no fueron posibles dado el especial dolor de Chávez en una de las piernas.
Esto se escribía en momentos en los que a los propios colaboradores de Chávez se les escapaba la gravedad de su enfermedad. De ahí quizás que propusieran además «documentar su tránsito por el retorno, lo que han sido, son y serán estos días en la vida del presidente como paciente con el objetivo de elaboraren forma de libro y/o reportaje cinematográfico la experiencia vivida». «Ahora bien», se añadía de todos modos, «es de precisar que estos materiales deberían ser publicados una vez se haya superado completamente la enfermedad». Se desconoce si se comenzó ese proyecto de película. En todo caso no habría alcanzado la conclusión épica esperada.