Desde este mismo instante seremos dos extraños por estos pocos días, quien sabe cuántos años... yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido uno de esos que nadie confiesa haber leído.
Y así mañana, al vernos en la calle, al ocaso, tú bajaras los ojos y apretarás el paso, y yo, discretamente, me cambiaré de acera, o encenderé un cigarro, como si no te viera...
Seremos dos extraños desde este mismo instante y pasarán los meses, y tendrás otro amante: y como eres bonita, sentimental y fiel, quizás, andando el tiempo, te casarás con él.
Y ya, más que un esposo será como un amigo, aunque nunca le cuentes que has soñado conmigo, y aunque, tras tu sonrisa, de mujer satisfecha, se te empañen los ojos, al llegar una fecha.
Acaso, cuando llueva, recordarás un día en que estuvimos juntos y en que también llovía. Y quizás nunca más te coloques aquel traje de terciopelo verde, con adornos de encaje.
O harás un gesto mío, tal vez sin darte cuenta, cuando dobles tu almohada con mano soñolienta. Y domingo a domingo, cuando vayas a misa, de tu casa a la iglesia, perderás tu sonrisa.
¿Qué más puedo decirte? Serás la esposa honesta que abanica al marido cuando ronca la siesta: y tras fregar los platos y tras tender las camas, te pasarás las noches sacando crucigramas...
Y así, años y años, hasta que, finalmente, te morirás un día, como toda la gente. Y voces que aún no existen sollozarán tu nombre, y cerrarán tus ojos los hijos de otro hombre.
Gracias por traerlo Oscar, me encanta la poesía de José Angel Buesa. Hay una que se llama "Poema de la despedida" que me gusta mucho..solo recuerdo estos dos párrafos: Te digo adiós y acaso de quiero todavía quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós. No sé si me quisiste..no sé si te quería o tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste y apasionado y loco, me lo sembré en el alma para quererte a ti. No sé si te amé mucho..no sé si te amé poco Pero sí sé que nunca volveré a amar así..
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía. Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós. No sé si me quisiste... No sé si te quería... O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco, me lo sembré en el alma para quererte a ti. No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco; pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, y el corazón me dice que no te olvidaré; pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo, tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida, mi más hermoso sueño muere dentro de mí... Pero te digo adiós, para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti.