La serpiente se mueve sigilosa, tiene intención y rumbo definido, al final atrapa su presa y en silencio se retira a esperar otra convocatoria, entonces sale de su madriguera y regresa el rito de cazar a la nueva víctima ingenua.
La serpiente fascista salió de su madriguera, viene tras la Revolución… La oligarquía está desarrollando un golpe. Veamos.
Los manuales gringos para preparación de un golpe son claros en sus instrucciones. Allí encontramos como primera fase el desconocimiento de la institucionalidad del gobierno-objetivo y la creación de un poder alternativo. Si revisamos la historia desde la agresión a los Sandinistas hasta la de Siria, pasando por la Chile de Allende, siempre encontraremos este esquema.
Hoy la oligarquía venezolana despliega nuevamente este esquema. Si revisamos la actitud de maría corina machado zuloaga, claramente golpista, o la de leopoldo, insurreccional, la de capriles, solapada, ambigua, nos daremos cuenta que hay un plan golpista en desarrollo.
Tienen repartido los papeles, unos crean vacío de poder, unos desinforman con la enfermedad de Chávez, otros intentan dividirnos. Tratan de cabalgar sobre nuestros errores, profundizarlos, confundir al pueblo, estimulan las bajas pasiones y fijan sus esperanzas en reacciones populares perversas.
¿Qué hacer?
El golpe está en desarrollo, es evidente. La respuesta debe ser movilizar al pueblo, en eso todos estamos de acuerdo. Pero ¿cuál es la intención de la movilización?, ¿cuál el objetivo?
Lo primero es que los oligarcas sepan que sus aventuras les saldrán muy caras porque aquí hay una muralla popular. Pero simultáneamente se debe acerar la voluntad social de la masa, darle razones sagradas por las cuales luchar. Concientizar las razones del enfrentamiento de hoy, estimular la Conciencia del Deber Social.
La crisis puso en el escenario el núcleo de la confrontación, la batalla se decidirá en el alma del pueblo.
Los oligarcas apuntan a una reacción egoísta, sin objetivos políticos, a que la masa reaccione con la suma de egoísmos individuales, saqueos, reacciones inconscientes que, en su ignorancia, como sentenció el Libertador, sean instrumento ciego de su propia destrucción.
Nosotros debemos estimular, consolidar la Conciencia del Deber Social, el sentido altruista, la visión de lo estratégico, de futuro, la misma que hizo posible el Paso de Los Andes, el 4 de febrero, el triunfo sobre el golpe de abril y la victoria frente al sabotaje petrolero. Este es el centro de la batalla, allí se decidirá.
Siendo así debemos potenciar las estructuras organizativas que sirvan de cimiento a la espiritualidad altruista, donde florezca la relación social amorosa, socialista. Las otras deben transformarse en instrumentos verdaderamente socialistas. Es necesario que la Revolución a través de sus estructuras se transforme en conductora y educadora del resto de la sociedad. Su ejemplo será el mejor maestro. Ya no hay lugar a ambigüedades.
El enfrentamiento tiene diversos flancos, pero en última instancia el triunfo sonreirá a quien instale en el alma del pueblo su ética. Si triunfa el egoísmo muere el Socialismo, el ensayo bolivariano volverá al letargo de San Pedro Alejandrino.
¡Unidos somos Chávez!
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