El gobierno de la presidenta Cristina Fernández califica como una “falta de respeto a la inteligencia nacional” la medida electoral apoyada por Reino Unido, que contraviene resoluciones de la ONU.El Gobierno argentino califica de “falta de respeto” la convocatoria del referendo sobre la soberanía de las islas Malvinas, anunciado este fin de semana por la Asamblea Legislativa del archipiélago, según una nota que apareció ayer en la web oficial de la Casa de Gobierno.
El vicepresidente argentino, Amado Boudou, en ejercicio de la máxima autoridad por el viaje a varios países asiáticos de la mandataria, Cristina Fernández, declaró en dicha nota que ese referendo, que tendrá lugar en marzo próximo, “es una falta de respeto a la inteligencia y el derecho nacional e internacional”.
El político opinó que “será votado por los colonos, los mismos que desplazaron a los verdaderos habitantes de las tierras” y aseguró que Argentina “seguirá pidiendo en paz pero con toda la fuerza” un diálogo con el Reino Unido sobre la soberanía de las Malvinas.
Los habitantes del archipiélago (Falkland Islands, para los británicos) acudirán a un referendo para decidir su estatus político los días 10 y 11 de marzo, en una consulta que Argentina rechaza por contradecir las resoluciones de la Naciones Unidas (ONU).
Los residentes del archipiélago podrán responder “sí” o “no” a la pregunta “Desea que las Islas Malvinas conserven su estatus político actual como un Territorio de Ultramar del Reino Unido?”.
La decisión fue anunciada por la Asamblea Legislativa del archipiélago para “dar a todos la máxima oportunidad de ejercer su derecho al voto”, cuyo resultado demostrará “de manera clara, democrática e incontestable la forma en que la gente de las islas Malvinas desea vivir sus vidas”, explicó el organismo el viernes pasado.
El referendo, que cuenta con el apoyo del gobierno británico, desoye las numerosas resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), especialmente la 2065 de 1965, en la que no reconoce el derecho de autodeterminación de los pobladores de Malvinas por tratarse de un caso de descolonización.
Tras el anuncio, el primer ministro británico David Cameron afirmó la semana pasada en una declaración escrita que el Reino Unido “respetará y defenderá” el resultado del referendo.
La consulta ya había sido anunciada en junio de 2012 por el líder conservador, que en las últimas semanas comunicó la militarización del archipiélago, donde hay alrededor de 3.000 habitantes y 1.500 soldados.
La amenaza armamentística de Cameron fue en respuesta a la carta que le envió la presidenta argentina, en la que le pidió que acate las resoluciones de Naciones Unidas que exigen un diálogo por las Malvinas, con motivo del 180 aniversario de la ocupación.
Recientemente la presidenta Fernández denunció el arrebato en 1833 de las Malvinas por fuerzas de expedición británica y recordó la existencia de resoluciones de la ONU que llaman a Buenos Aires y Londres a analizar el estatus de ese archipiélago, situado al sur de Argentina.
Medios de prensa alternativos comentaron en el país gaucho que la estrategia del gobierno británico para justificar su control sobre las Malvinas se basa ahora en la supuesta necesidad de apelar a la opinión particular de los habitantes de la isla, sin atender documentos de la ONU que denuncian un caso de colonialismo.
En 1982 las Malvinas fueron escenario de una guerra de corto plazo entre fuerzas argentinas y británicas, tras lo cual el Reino Unido aumentó su presencia bélica en esa zona.
Recientemente, compañías petroleras de esta nación iniciaron exploraciones geológicas en esa zona de soberanía en disputa.
Las autoridades actuales del archipiélago afirmaron que en caso de ser mayoritario el rechazo al actual estatus, se efectuará un nuevo plebiscito con opciones alternativas, afirmó la prensa local.
El reclamo del fin del colonialismo británico en el archipiélago de las Malvinas, formado por alrededor de 200 islas e islotes, apareció en un artículo de la jefa de Estado argentina publicado en las páginas de los diarios The Guardian y The Independent.