Bolivia retorno este domingo, oficialmente, a la
Convención Única sobre Estupefacientes de la Organización de Naciones
Unidas (ONU), aprobada en 1961, al entrar en vigencia la decisión del
máximo organismo mundial de aceptar el masticado de la hoja de coca
(cuyo nombre tradicional es acullico) como una tradición de este país
suramericano.
El vicecanciller Juan Carlos Alurralde anunció que Bolivia forma
parte nuevamente de “esa comunidad internacional que lucha contra el
narcotráfico, pero con la salvedad de que esa comunidad ahora respeta el
acullico, el uso tradicional y medicinal de la hoja sagrada”.
“Vivimos un día histórico. Bueno ya festejamos, pero lo importante
era saber que triunfamos en esta acción anunciada por el Presidente (Evo
Morales) y el Canciller (David Choquehuanca)”, enfatizó.
Alurralde destacó que la lucha boliviana en defensa de sus derechos
ancestrales se materializa a través de este tipo de resultados. “Fue un
resultado increíble, fuimos el primer país pionero en usar esa
metodología se reivindicar errores producto de la dictadura del pasado,
esos que violaban todos nuestros derechos”, explicó.
Por su parte, el viceministro boliviano de la Coca, Dionisio Núñez,
informó que habrá "una misión especial de agradecimiento" formada por
dirigentes campesinos y autoridades, que viajará el próximo mes a la
sede principal de la Convención, en Viena, Austria.
"Vamos a agradecer a los países que apoyaron la reincorporación de
Bolivia con el respeto a nuestras tradiciones", aseveró, mientras
confirmaba también la participación de su país en el próximo período de
sesiones de la Comisión, a realizarse entre el 11 y 15 de marzo.
El Gobierno de Evo Morales había decidido, en junio de 2011, quedar
fuera de dicha Convención antidrogas, suscrita en Viena por 184 países.
Sin embargo, seis meses después, pidió a la ONU su readmisión pero con
una reserva: despenalizar el masticado de coca.
El 11 de enero de este año, la ONU aceptó la readmisión de Bolivia a la Convención, con la inclusión de la reserva del masticado de la hoja de coca, que estaba establecida en los apartados del artículo 49.
La propuesta boliviana fue aceptada por las 184 naciones, a excepción
de Estados Unidos, Rusia, Canadá, Reino Unido, Irlanda, Alemania,
Francia, Italia, Holanda, Suecia, Finlandia, Portugal, Israel, Japón y
México.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE)
estableció en 2012 que Colombia es el primer productor de coca del
mundo, con 68 mil hectáreas, Perú es segundo con 59 mil y Bolivia se
sitúa tercero con 27 mil hectáreas de sembradíos de coca.
La ley antidroga boliviana permite la producción de hasta 12 mil
hectáreas de hojas de coca, destinada para el masticado y usos
medicinales legales.