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General: QUIENES SON LOS " ILUSTRES CAPITANES " DE LA PRENSA LIBRE ?
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De: Ruben1919 (Missatge original) |
Enviat: 14/10/2012 21:16 |
¿QUIENES SON?
Los “ilustres Capitanes” de la Prensa Libre
Una pequeña aproximación a los ejecutivos y constructores del mito de la independencia y la objetividad. Las técnicas que enmascaran la parcialidad.
Si la guerra es la continuación de la política por otros medios, entonces, los medios de prensa, forman parte del arsenal utilizable en la dialéctica de la lucha por el poder.
La concentración, última etapa evolutiva de aquella vieja idea de libertad de prensa que sostenían los revolucionarios franceses de 1789, ya no funciona como ellos lo soñaron, en el papel de centinela de los poderes republicanos y de la voluntad popular.
Muy por el contrario, el cuarto poder – al que nadie ha elegido jamás con su voto - se ha convertido en un guardián de sus propios intereses corporativos, y es en defensa de dichos intereses que no vacila en castigar cruelmente a aquellos gobernantes que intenten perjudicarlos. Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, y el mismísimo Estados Unidos de Barack Obama son testigos de esta realidad.
En efecto, la concentración casi infinita de los conglomerados mediáticos en las últimas dos décadas ha generado dentro de los sistemas de representación democrática un nuevo fenómeno que ha sido denominado “terrorismo mediático”, cuyo objetivo es la conquista del campo simbólico, para imponer la ideología dominante y cuya táctica es la desestabilización permanente; agresiva e impiadosa de los gobiernos que se interpongan a sus dictados.
La corporación mediática ha creado incluso organizaciones internacionales que, a modo de batallones, promueven la desestabilización de los poderes constituidos. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) es una de ellas.
Basta con escudriñar las currículas de sus líderes reconocidos, para internarse en el tejido casi infinito de los oligopolios mediáticos transnacionales.
De esa forma, una visita a la página institucional de la Sociedad Interamericana de Prensa es el primer y obligado paso de aquellos que deseen investigar acerca de quienes son los miembros prominentes -los capitanes- de la organización.
Como ya se señalara en una nota de esta misma edición, la SIP reconoce como Presidente Honorario Vitalicio –nótese que el término vitalicio significa irrevocable y no sujeto a elecciones periódicas- al señor Scott C. Schurz, quien representa al consorcio Schurz Communications Inc., de Indiana, Estados Unidos. Schurz Communications publica trece diarios, entre los que se distingue el Herald-Times Bloomington y siete semanarios que suman una circulación combinada de 225.000 ejemplares.
La empresa además posee nueve estaciones de televisión y dos compañías de cable que se suman a trece emisoras de radio propias y participación en la explotación de otras tres estaciones ajenas. Complementa sus activos con un directorio telefónico y una compañía impresora. El holding de la familia Schurz sitúa geográficamente sus emprendimientos en Indiana, Kentucky, Maryland, Pennsylvania, California, Florida, Missouri, Michigan, Georgia, Dakota del Sur, Kansas y Virginia.
El Presidente de la SIP, Earl Maucker, es también el director del periódico del Sun-Sentinel de Fort Lauderdale, Florida. El Sun-Sentinel es un periódico local de 170 páginas que combina avisos e información y que está considerado como el más grande del sur de Florida.
El Sentinel es parte de un conglomerado mediático poseedor de periódicos en distintos estados de la Unión.
La lista se compone del Chicago Tribune (Illinois); Los Angeles Times (California); Baltimore Sun (Maryland); Daily Press (Virginia); Hartford Courant (Connecticut), The Virginia Gazette y Newsday (ambos de Virginia); Orlando Sentinel (Florida); The Morning Call (Pennsylvania); y AM New York.
Todos estos medios de papel poseen versión electrónica algunos de ellos patrocinan localmente otros servicios informativos, como ocurre en Chicago con Triblocal; Metromix.com; Chicagosports.com; ChicagoLive; Chicago Magazine; Hoy Chicago, RedEye; CLTV; WGN-TV y WGN-AM.
También el Sun Sentinel apadrina publicaciones dirigidas a la educación técnica, comunitaria y de adultos del estilo de Broward Educator; la revista News in Education y otros medios locales del sur de Florida como El Sentinel, City & Shore Magazine, Forum Publishing Group, Inc., South Florida Parenting, South Florida Teenlink, TCPalm.com, CW South Florida, la estación digital de radio y televisión WXEL y WPTV Nuevo Canal 5.
Como si esto fuera poco también son propietarios del equipo de béisbol “Medias Blancas” de Chicago.
El plantel de dirección de la Sociedad Interamericana de Prensa obtiene tinte plurinacional con la presencia de un colombiano que oficia de Primer Vicepresidente, el señor Enrique Santos Calderón, de quien se vuelcan referencias en otro artículo de APM.
Un primo del directivo de la SIP, Juan Manuel Santos Calderón, se desempeñó hasta agosto de 2009 como Ministro de la Defensa y fue principal protagonista de los hechos que terminaron con la vida de dos miembros del Secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) –Raúl Reyes e Iván Ríos- y del rescate de Ingrid Betancourt en una operación militar sin precedentes.
Juan Lozano Ramírez, un tercer copropietario del diario, fue incorporado al gobierno de Uribe como ministro de Ambiente y Vivienda, cargo en el que se desempeñó hasta marzo de 2009.
Todos estos dirigentes políticos han sido vinculados –en distinto grado– con las fuerzas paramilitares creadas por el gobierno y el ejército para enfrentar a las guerrillas.
El vicepresidente segundo de la SIP es William E. Casey. Casey representa a la editorial Down Jones & Co. New York, mundialmente conocida por su producto The Wall Street Journal. Además es la responsable índice Down Jones, que mide la actividad bursátil.
Down Jones fue adquirida en 2007 por el magnate australiano Rupert Murdoch.
Murdoch reina sobre un imperio mediático que haría palidecer de envidia a Ciudadano Kane: valuado en 68 mil millones de dólares, se compone de 175 diarios ubicados en todos los continentes.
En Estados Unidos posee la cadena de televisión Fox; los estudios de cine 20th Century Fox y el sitio de internet MySpace.
La secretaria de la SIP, Elizabeth Ballantine, pertenece al diario The Durango Herald, de Colorado.
Fundado en 1881, este medio local provinciano posee negocios conexos con publicaciones como el Cortez Journal; la revista de turismo Inside/Outside; el diario SW Colorado Home; la Web Durango y el Herald Store.
La presencia del Durango Herald, una empresa chica -en comparación con las otras representadas en el directorio de la SIP- sirve a los fines de aportar la apariencia de una pretendida diversidad democrática.
El director ejecutivo es el chileno Julio Muñoz Mellado, quien por el estatuto de la SIP responde directamente al presidente del comité ejecutivo.
Las otras instancias de la SIP son el Comité Ejecutivo, el Consejo Consultivo y la Junta de Directores, pero ninguna de ellas sirve para diluir el poder concentrado por los dueños de diarios de estadounidenses y de los grandes grupos que controlan la prensa escrita del resto del continente.
Entre estos últimos puede reconocerse a: Gonzalo Marroquín, de Prensa Libre, Guatemala; Fabricio Altamirano, de El Diario de Hoy, San Salvador, El Salvador; Jorge Canahuati Larach, de La Prensa, San Pedro Sula, Honduras; Juan Luis Correa, de La Estrella, El Siglo, Panamá, Republica de Panamá; Juan Francisco Eal y Ortiz, de El Universal, de México, DF; Felipe T. Edwards, de La Segunda, y por lo tanto de El Mercurio de Santiago, Chile; Luis A. Ferré, de El Nuevo Día, de San Juan, Puerto Rico; Armando González Rodicio, de La Nación, de San José, Costa Rica; André Jungblut, de la Gazeta do Sul, de Santa Cruz do Sul, Brasil; Jaime Mantilla Andersen, del Diario Hoy, Quito, Ecuador; Bartolomé Mitre, de La Nación de Buenos Aires, Argentina; Gustavo Mohme, de La República, de Lima, Perú; Rafael Molina, de El Día, de Santo Domingo, República Dominicana; Jaime Sirotsky, de RBS, Porto Alegre, Brasil; La familia Noble, de Clarín, Argentina…
Podríamos seguir buceando en los nombres y seguiríamos encontrando los mismos resultados: los capitanes de la SIP son reclutados entre los empresarios mediáticos más importantes del lugar que se trate y sus ganancias irán de la mano con la concentración mediática que hayan podido concretar.
Pero hay algo que es aún peor y que estriba en reconocer que, lamentablemente, el trabajo de todos los personajes nombrados ha sido de excelente calidad. La prueba radical y lapidaria está presente en los millones y millones de seres de todo el mundo absolutamente convencidos de que las ficciones que estos señores a diario les venden son la realidad.
FUENTE: http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=4504
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Entrevista a Edward S. Herman, autor junto a Noam Chomsky del libro "Los guardianes de la libertad"
"Está claro que el poder económico dicta las políticas de los medios de comunicación"
Revista Debate
Herman explica la economía política de las corporaciones mediáticas y el “modelo de propaganda” que guía su conducta. La mirada sobre América Latina. |
Profesor emérito de Economía en la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania y destacado especialista en medios de comunicación, propaganda y políticas regulatorias, Edward S. Herman es ampliamente reconocido por su espíritu crítico. Trabajó muy cerca del filósofo y lingüista Noam Chomsky, con quien publicó, entre otros, The Political Economy of Human Rights (1979); The Washington Connection and Third World Fascism (1979); y Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media. Además, ambos intelectuales escribieron la obra traducida al español Los guardianes de la libertad: Propaganda, desinformación y consenso en los medios de comunicación de masas, (1990). Entretanto, junto a David Peterson, elaboró The politics of genocide (La política del genocidio, 2010). ¿En qué consiste la economía política de los medios de comunicación, que desarrolló junto a Noam Chomsky en Los guardianes de la libertad? La razón por la cual elegimos las palabras “economía” y “política” para describir el funcionamiento de los grupos de comunicación y su modalidad de acción tiene que ver con la intención de poner énfasis en la idea de que los mismos no sólo no son ajenos a la arena política sino que, incluso, forman parte de la economía. Lejos de constituir agencias independientes dedicadas a decir verdades, su comportamiento está determinado por sus vínculos económicos y sus conexiones políticas. Los medios son propiedad de actores económicos, los financian agencias de publicidad -a través de sus anuncios- y dependen de los gobiernos para obtener información, licencias, entablar relaciones comerciales con países extranjeros y, en ocasiones, también para contar con protección policial. Forman parte de lo que se conoce como la economía política. El libro describe también el “modelo de propaganda” de la corporación mediática norteamericana. ¿Es posible aplicarlo a las empresas periodísticas del resto del mundo? Sí, claramente, dado que este modelo de propaganda se ocupa de los factores estructurales que, en diferentes proporciones, dan forma e intensidad al desempeño de los medios en el mundo. En Estados Unidos, donde la base de la gran mayoría de los medios de comunicación es comercial y depende de la existencia de anuncios, la influencia directa e indirecta de las empresas sobre ellos es importante. En otros países, en cambio, el control del gobierno es a menudo más pesado y la influencia política puede ser más directa y menos sutil. Sin embargo, la tendencia mundial y el auge del neoliberalismo en las últimas décadas impulsaron la privatización de los medios. En términos de agenda, está claro que el poder económico dicta las políticas y las portadas del día mediante el control tanto de los principales partidos políticos como de los medios de comunicación dominantes. ¿Entonces? A raíz de esto, la aplicabilidad del modelo de propaganda en el mundo sigue este mismo patrón que se observa y funciona en Estados Unidos. Este modelo de propaganda que desarrollamos en el libro describe cinco elementos que determinan lo que es “noticia”; en otras palabras, lo que aparece en los diarios o lo que transmite la radio y la televisión. Estos filtros son: la concentración de propiedad; la publicidad como principal fuente de ingresos de los medios; la dependencia informativa generada por el gobierno, las administraciones públicas, las instituciones burocráticas y las corporaciones; el Flak o las “contramedidas” para disciplinar los medios y el anticomunismo, como motor ideológico principal del sistema propagandístico. En la edición 2002 del libro, agregamos al quinto filtro la ideología del libremercado. El anticomunismo permanece intacto, pero surge el libremercado, asumido como un bien cuyos efectos son puramente benéficos. Este agregado tiene relación con las constantes críticas a todo aquello que amenace la ideología del libremercado. Cada uno de estos elementos actúa como filtro. De algún modo, la obra advierte sobre la dificultad de sobrevivir en los medios sin internalizar estos filtros... Es difícil realmente, y las presiones para internalizarlos son importantes, además de las ventajas económicas y las ventajas de status que vienen de la mano de adoptarlos. Sin embargo, un periodista íntegro y resuelto a no constituirse simplemente en un canal transmisor de los intereses del poder dominante puede aprender la forma de encarar su trabajo de manera honesta y hasta puede sacar alguna ventaja de las imperfecciones del control que viene desde arriba. ¿Cree posible mejorar el sistema de medios de comunicación? No lo veo muy factible realmente, porque es el producto de fuerzas sociales muy poderosas, con poder económico y político mundial, con recursos de considerable magnitud y cuya tendencia va en crecimiento, incluso en estos tiempos de reveses económicos y escándalos diversos. Se trata de un sistema de medios que es de autoprotección; cuestionarlo dependería de la comprensión del público y de que el poder se organizara para efectuar un cambio político. A través de este último, entonces, se podría lograr eventualmente la reestructuración del sistema. ¿Qué actitud adoptan las empresas periodísticas? La realidad muestra que los medios dominantes difícilmente fomenten o apunten a una verdadera comprensión del público, alienten campañas para su descentralización, promuevan ampliar la propiedad pública o una mayor independencia en la gestión de los mismos. Tampoco resulta sencillo imaginar que vayan a dejar de lado la publicidad que los financia o que opten por prescindir de la cantidad de regalos que les llegan anualmente desde la esfera política. Por otra parte, es complejo pensar en la posibilidad de alcanzar un sistema de medios democrático, plural y objetivo. Habría que quitar la base de la propiedad para que lo fuera, a pesar de que una base parcial conformada por pequeños propietarios, junto con una propiedad pública, podría funcionar. Sin embargo, para que esto sucediera, sería necesaria algo así como una revolución. Usted sostiene que los medios promueven la agenda de la elite y la manera en que, a través de sus coberturas, buscan tener injerencia en las actividades de Estados Unidos en América Latina. ¿Podría mencionar algún ejemplo? Una cuestión sobre la que nos hemos centrado en Manufacturing Consent (Fabricación de consentimiento), y en otros escritos también, es la forma cómo Estados Unidos utilizó la realización de elecciones en el Tercer Mundo para dirigir y controlar el consenso interno. Por un lado, en algunos casos, intervenimos para apoyar gobiernos terroristas que acatan nuestro mandato logrando, a menudo, que mantuvieran cierto espectáculo electoral, a través del cual mostraban supuestas cualidades democráticas, a pesar de los asesinatos, la tortura, etcétera. Por el otro, los países que atacamos o a los que vamos a atacar, con frecuencia van a encontrar que se ridiculizan sus elecciones por ser consideradas desleales. La comparación clásica que desarrollamos en nuestro libro es entre El Salvador y Nicaragua, durante la década de 1980. Aunque las elecciones en Nicaragua fueron mucho más honestas que las de El Salvador, los medios de comunicación cooperaron con el gobierno de Ronald Reagan y mostraron que la elección salvadoreña era un paso hacia la democracia, mientras que a las elecciones en Nicaragua las tildaron de “farsa” (New York Times). ¿Entonces? Esto ayudó a justificar aún más el apoyo prestado al atroz gobierno de El Salvador y el apoyo norteamericano al terror constante contra el gobierno sandinista de Nicaragua. De la misma manera, con el gobierno de Estados Unidos hostil a Irán, su elección de 2009 fue atacada con furia, por lo que los medios de comunicación y gran parte de la supuesta izquierda hicieron lo mismo, mientras que el golpe de Estado y la farsa electoral en Honduras fueron apoyados por el gobierno. Por consiguiente, el tema recibió un trato suave o fue ignorado por los medios dominantes de Estados Unidos; y, lamentablemente, también por la izquierda. En relación con esto último, ¿qué piensa acerca de las teorías que sostienen que Estados Unidos apoyó la destitución del ex presidente Fernando Lugo, en Paraguay? Estoy seguro de que aquellas ideas que afirman que Estados Unidos apoyó golpes de Estado en América Latina son ciertas. Lo sucedido recientemente en Paraguay sigue un cauce similar al ocurrido en Honduras. Y Barack Obama sigue los pasos de George Bush. Es un país al que le agradan las dictaduras de derecha porque, de ese modo, cree posible mantener a la población bajo control y al servicio de las elites nacionales y extranjeras. De hecho, se mostró incluso satisfecho con la última dictadura militar en la Argentina. Se trata de una larga tradición que fluye desde el poder de la comunidad empresarial y el establishment militar. Fuente: http://www.revistadebate.com.ar//2013/01/07/5887.php |
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Muy por el contrario, el cuarto poder – al que nadie ha elegido jamás con su voto - se ha convertido en un guardián de sus propios intereses corporativos, y es en defensa de dichos intereses que no vacila en castigar cruelmente a aquellos gobernantes que intenten perjudicarlos. Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, y el mismísimo Estados Unidos de Barack Obama son testigos de esta realidad.
Primero que nada, el pueblo elige a los diarios, revistas y canales que consume.
Por otra parte ¿Obama afecta los intereses de las corporaciones? Si las consecuencias de su terrorismo de estado imperialista no fueran trágicas, esta payasada causaría gracia. |
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