GABRIELA TURZI VEGAS
| EL UNIVERSAL
lunes 25 de febrero de 2013 08:28 AM
Caracas.- El
Gobierno busca construir un vínculo religioso con sus partidarios,
aunque no existe una verdadera adoración popular hacia la figura del
presidente Hugo Chávez. Así lo considera el consultor político y
profesor de la Universidad Central de Venezuela, Ángel Álvarez.
"Sí hay un intento de convertir un movimiento político en religión, pero
es desde el Estado, al igual que lo hizo Stalin, no desde el pueblo
(...) desde arriba hacia abajo y no de abajo hacia arriba", indicó.
Detalló que los regímenes populistas buscan crear un culto en torno al
líder, "especialmente en las etapas terminales" de una gestión. Aseveró
que lo mismo ocurrió en Argentina, cuando murió Eva Perón.
Sin embargo, advirtió que estas estrategias alcanzan "solamente a un
grupo muy pequeño de seguidores del movimiento". En ese sentido, afirmó
que esto es consecuencia de que el objeto que une a los partidarios del
Gobierno, por lo general, es la capacidad que éste tenga de distribuir
beneficios materiales.
"Hay un grupito pequeño de chavistas que sí tiene una relación de
naturaleza deificada con el caudillo. Y el régimen, evidentemente,
quiere construir esa deificación. Pero me parece que la enorme mayoría
de los venezolanos que respalda al chavismo, lo hace porque recibe
beneficios materiales", puntualizó.
El experto sostuvo que, tradicionalmente, cuando a las autoridades les
falla la dádiva, el vínculo se debilita. Una premisa que contrasta con
la naturaleza del dogma. "No es así cuando alguien tiene una creencia
puramente religiosa y su Dios no le concede los milagros que le está
pidiendo. Esto no lleva necesariamente a que le gente pierda la fe",
comentó.
Lógica religiosa para justificar fallas
Álvarez manifestó que, ciertamente, el Gobierno incluye en su plan de
acción una "lógica" propia de las religiones para justificar fallas en
su gestión. Dijo que en las diferentes doctrinas "la responsabilidad es
siempre del pecador, no del Dios", lo que pareciera poseer "una enorme
utilidad práctica".
En ese sentido, argumentó: "Hacen creer que la culpa de las fallas en el
sistema eléctrico es de la gente, que hace consumo excesivo, y no del
Gobierno, que no genera y distribuye la energía. Lo mismo pasa con la
inseguridad, porque es la gente la que tienta al hampa, y no que el
Estado no combate la violencia", explicó.
Una estrategia rescatada del pasado
El analista político aseveró que la inclusión de elementos propios de la
religión en la propaganda gubernamental no es nueva en Venezuela, y
recordó una cuña de Acción Democrática creada para la campaña previa a
las elecciones presidenciales de 1993, cuando Claudio Fermín fue
candidato de la tolda blanca.
"Había una cuña de una señora típicamente adeca de la época, que hoy en
día sería una típicamente chavista, que decía: si en el cielo se vota
blanco, yo votaré blanco cuando me muera, porque yo llevo a AD en mi
corazón", relató.
Aseguró que los adecos también pretendieron construir esa identidad de
devoción. "Decían que era el partido del pueblo y que adeco era adeco
hasta que se muriera. Y no es así, porque cuando comenzó la crisis
económica los votantes adecos se convirtieron en chavistas", sentenció.
El vínculo con el chavismo no es eterno
Álvarez insistió en que el chavismo no es realmente una religión, y
argumentó, que contrario a lo que muchos analistas afirman, el vínculo
entre los ciudadanos y el presidente no es irrompible.
"Si el vínculo fuese realmente religioso, entonces no hay nada que
hacer. Si es una religión quedó para la eternidad porque los dioses son
eternos. Eso no es así", advirtió.
Por otro lado sentenció en que el nexo de un sector de la población con
el Gobierno es netamente material. "Son personas que están excluidas y
sometidas a la voluntad del Estado porque es el único proveedor que
existe", indicó.
"Si quieres una metáfora, es como esas mujeres que soportan a un marido
borracho, maltratador, que evidentemente no las quiere, aunque dicen en
medio de su borrachera que las ama, pero lo soportan porque es el único
proveedor. Porque si lo botan, se quedan en la calle. Ellas mismas no
están en capacidad de salir de la pobreza porque no tienen la formación
suficiente, el tiempo, el entrenamiento, las condiciones reales para
emanciparse. No se puede decir que esa mujer está enamorada
religiosamente de su torturador, sino que depende materialmente de él",
puntualizó.