El Papa Benedicto XVI ha concedido el indulto a Paolo Gabriele, su ex mayordomo, condenado por la sonora filtración de documentos confidenciales de la Santa Sede, bautizada como Vatileaks.

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Ahora, miramos de cerca el momento de la renuncia del papa. Como bien sabéis, en este mundo de humo y espejos, el mundo de alta política, nada es una casualidad. A lo largo de los años, el Vaticano ha hecho un magnífico trabajo tapando de todas las maneras posibles cualquier información dañina a la Santa Sede.

Ya no.

Una de las cosas más dañinas al imagen del papa Benedicto XVI ha sido la información incontestable que salió hace unos años que delineaba el papel de Benedicto XVI al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 1981 hasta 2005 en que el por aquel entonces cardenal Ratzinger – hombre clave de gestión y supresión de los actos atroces de pedofilia en la Iglesia. La supresión se hizo desde su despacho. Es decir, el cardenal Ratzinger, hoy día papa Benedicto XVI es el mayor responsable de suprimir los actos de pedofilia de la Iglesia.

Ahora, esta información está saliendo a la luz. ¿Quién está detrás y por qué ahora?

Para entender, tenemos que remontar al año 1981 y el asalto de la Policía romana a la casa escondite en la Via Prenestina que usaban tanto los terroristas de las Brigadas Rojas como los nazis que volaron la estación del tren en Bolonia. Ese asalto se produjo un día después de que el Vaticano publicara la lista de los miembros de la poderosísima logia masónica Propaganda Due (P2).

Y la P2 ha esperado todo este tiempo para devolver el favor.

Oficialmente, P2 no existe, pero extraoficialmente, la masonería, y sobre todo la Nobleza Negra, veneciana está muy presente y es más poderosa que nunca. El intento de propiciar un golpe mortal a la Iglesia tiene objetivo tanto ideológico como financiero. Estamos presenciando en directo cómo funcionan los mercados financieros. Transferencia de la riqueza. Los débiles la pierden y los más fuertes se hacen con ella. Por eso, justo ahora, el Vaticano que debido a la crisis de la fe entre los fieles, los escándalos de pedofilia, las constantes meteduras del papa han repercutido mucho en la estabilidad financiero de la entidad.

Ahora, ¿qué es la Iglesia? La Iglesia se compone de dos partes: la pública y la encubierta. La parte pública es la Iglesia, la fachada que todos conocemos. La parte secreta es el sindicato de inversión que ha disfrutado y abusado con impunidad durante más de 1.700 años. Recuerde que desde el Imperio Romano, el Vaticano está haciéndose con los bienes inmuebles del mundo entero, sin hablar de oro, obras de arte, etc., etc., que están en las manos de la Iglesia.

Te pongo solo un ejemplo para demostrar lo que estoy diciendo. La huida de Martin Bormann de la Alemania a finales de la Segunda Guerra Mundial se hizo posible gracias a las líneas de ratas gestionadas en secreto por el Vaticano a cambio de 47.000 toneladas métricas de oro robado, una cuarta parte del suministro oficial mundial, si creyésemos las cifras oficiales. Las líneas de ratas sacaban clandestinamente a los criminales de guerra nazis y a ex miembros de las SS a América del Sur y Oriente Medio, sobre todo a Egipto, y estaban lideradas por monseñor Giovanni Montini, el subsecretario de Estado del Vaticano en los años de la guerra.