Una nueva frustración para el béisbol cubano.
El equipo de Holanda volvió a ser el verdugo de los antillanos al derrotarlos por segunda vez consecutiva y eliminarlos del Clásico Mundial, al imponerse 7-6 en un emotivo partido disputado en el Estadio Tokio Dome, en Japón.
Cuando en un partido decisivo se cometen errores mentales y la defensa falla, se hace muy difícil alcanzar la victoria frente a un rival de calidad. Esto le pasó a los cubanos frente a los holandeses y tuvieron que pagar el precio bien caro con una dolorosa derrota que los envía de regreso a la isla.
Con el triunfo, Holanda clasificó a las semifinales y se convirtió en el primer equipo europeo en lograrlo en este torneo internacional. Mientras que la derrota de Cuba confirma que su deporte pasatiempo nacional está pasando por un mal momento.
Los cubanos no ganan un torneo internacional desde el 2005 y luego de ocupar el segundo puesto en el primer Clásico del 2006 cuando perdieron en la final frente a Japón, no han logrado avanzar a semifinales en ninguno de los dos últimos torneos en el 2009 y 2013.
La victoria de este lunes reafirma a los tulipanes como la bestia negra del equipo antillano, al que han derrotado cinco veces en los últimos dos años. Salieron airosos dos veces en la Copa del Mundo del 2011, incluido el partido por el título, otra vez el pasado febrero en un juego de preparación en Taiwán y en estos dos encuentros en Japón.
Durante el torneo, Cuba demostró una gran potencialidad ofensiva con bateadores como José Abreu, Alfredo Despaigne, Frederich Cepeda, José Fernández, Yasmani Tomás y el propio Yulieski Gourriel. También se vieron a otros jugadores jóvenes con talento, pero se confirmó una vez más que tienen problemas con su pitcheo y una urgente necesidad de foguearse con más frecuencia frente a los mejores lanzadores y peloteros profesionales de países con tradición beisbolera.
Por su parte, el mánager cubano Víctor Mesa, que vio como Cuba quedó eliminado por segunda vez consecutiva en la segunda ronda del Clásico Mundial, admitió que los errores y mal entendimiento en las bases contribuyeron al revés.
“Es muy difícil que pudiésemos ganar de la manera que lo hicimos”, expresó Mesa.
Pero más alla de las culpas que asumiera el propio Mesa, este resultado ante Holanda no se puede medir como un simple descalabro deportivo teniendo en cuenta la pobre actuación de las novenas antillanas en los últimos años.
“Nadie puede pensar que este revés ante los holandeses es una simple derrota más y que no tiene ninguna trascendencia”, expresó Fernando Vilá, director del periódico deportivo Pasión Magazine.
“Este es el resultado de años de mal trabajo en las Series Nacionales de la isla, de no querer ver los problemas de fondo que tiene ese deporte en todos los niveles”.
Conocedor como pocos de la pelota cubana, Vilá considera que ha bajado mucho el nivel del béisbol en Cuba.
“La liga doméstica ha perdido mucho brillo con lanzadores que no llegan a las 90 millas por ahora, se notan muchas deficiencias técnicas y la forma de dirigir de los mánagers dista mucho en la forma que se hacía en décadas pasadas”, aseguró Vilá, quien cree que un equipo con jugadores de las dos orillas hubiera tenido un impacto mayor en este Clásico.