Correa quiere mudar la CIDH a la Argentina

La propuesta es parte de una reforma en marcha, que quitará a la Comisión sus poderes de investigación frente a los países miembros.

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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, planteó que Argentina sea en adelante el país sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en lugar de los Estados Unidos. Correa propuso además que la CIDH pierda su actual capacidad de adoptar medidas cautelares contra los gobiernos y de ser "fiscal de los Estados". La CIDH ha iniciado en el pasado varias investigaciones contra las violaciones a la libertad de expresión en Ecuador, así como en la Venezuela de Hugo Chávez. Este jamás permitió el ingreso de las misiones de obvervadores de la CIDH.

Correa pidió que los miembros de este organismo sean únicamente nacionales de los países suscriptores del Pacto de San José. El mandatario ecuatoriano hizo estas formulaciones al abrir la reunión de los Estados miembros de la Convención Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Guayaquil, cita que elaborará una declaración con reformas para la Comisión y la Corte Interamericanas de Derechos Humanos. La sede actual de la Comisión está en Washington, en un "país que no es Estado miembro y no ha ratificado ninguno de los instrumentos interamericanos de derechos humanos" argumentó el presidente de Ecuador.

A nombre de su gobierno, Correa dijo que propondrá que la CIDH no tenga capacidad de adoptar medidas cautelares en contra de los gobiernos, ni que se convierta en "fiscal de los Estados", ya que "para eso está la Corte Interamericana". "La CIDH, no puede crear sus propias normas y luego imponerlas a los Estados", señaló el presidente ecuatoriano, indicando que debe existir un código de conducta que "despolitice" al organismo y que "se mantenga digna, soberana, como las naciones que representa". Juristas y varios organismos de derechos humanos han condenado esta postura de Correa. La Comisión no puede perder sus atribuciones como brazo investigador de la Corte Interamericana, explican. Sin sus investigaciones, la Corte se quedaría sin capacidad para juzgar a partir de información tomada sobre el terreno.

En referencia a las ocho relatorías que maneja la CIDH, Correa propuso que la de libertad de expresión no acepte contribuciones económicas de quienes "no son miembros", como EEUU y la Unión Europea que participan económicamente. "Pagan para controlar a los demás en nombre de los derechos humanos", sentenció. Correa soslayó el rol que tuvo la CIDH en la lucha contra las dictaduras militares en los años 70 y 80.

El jefe de Estado ecuatoriano confió en que la cita en el puerto de Guayaquil, sea un espacio de discusión "entre los estados dueños del sistema". A la reunión de Guayaquil asisten los 23 Estados que forman parte de la Convención Interamericana de Derechos Humanos o "Pacto de San José", que dejará listo un documento sobre reformas.

La CIDH fue fundada por la OEA en 1959, y desde 1979 es una institución del Sistema Interamericano de protección de los Derechos Humanos, a la par que la Corte Interamericana. Está integrada por siete miembros, elegidos por la Asamblea General de la OEA de una lista de candidatos propuestos por los gobiernos de los Estados miembros. A partir de la CIDH se creó la Convención Americana de Derechos Humanos, que entró en funciones en 1978 y que hasta 1997 fue ratificada por los diversos países. Desde entonces, su misión es vigilar y realizar visitas de reconocimiento a los países miembros para verificar que los derechos humanos se cumplan a cabalidad.