Los Gobiernos de Bolivia y de Perú destacaron hoy
sus lazos de amistad, acordaron avanzar en la integración y se mostraron
confiados en que pronto estará vigente un convenio para que los
bolivianos usen el puerto peruano de Ilo.
Los
ministros de Exteriores y Defensa bolivianos, David Choquehuanca y Rubén
Saavedra, y sus respectivos homólogos peruanos, Rafael Roncagliolo y
Pedro Cateriano, alcanzaron acuerdos en ese sentido en una reunión en la
ciudad boliviana de Santa Cruz (este).
"Entre Perú y
Bolivia existe una amistad indestructible. La reunión que acabamos de
terminar da pruebas de ello. Estamos convirtiendo la idea de la frontera
de barrera en un puente, estamos entendiendo que los países vecinos no
tenemos que ser rivales", destacó en rueda de prensa Roncagliolo, al
término del encuentro.
Saavedra destacó, de su parte,
que cada vez mejora la relación bilateral en la frontera para que sea
"la más solidaria, la más fraterna y la más amigable" posible porque
"entre Bolivia y Perú siempre existió una relación histórica en la buena
vecindad".
La cita, celebrada en el marco del
denominado "Mecanismo de Consulta y Coordinación 2+2", tocó temas de
integración física, cooperación para luchar contra delitos como el
narcotráfico en la frontera, además del intercambio académico militar,
entre otros.
Uno de los temas centrales de la reunión
fue el informe de las autoridades peruanas a las bolivianas sobre el
trámite parlamentario para la aprobación del "Protocolo Complementario
de Ilo", firmado en 2010, que permitirá a Bolivia aprovechar con
ventajas esa terminal.
Roncagliolo dijo que este
proyecto no solo es muy importante para Bolivia, sino también para Perú
porque la zona de Ilo actualmente está "menos favorecida".
Agregó que el Gobierno del presidente Ollanta Humala tiene pensado desarrollar en ese lugar un polo petroquímico.
Informó además que Perú ha pedido tener un trato similar, con
facilidades y ventajas, en Puerto Suárez, que es una terminal fluvial
boliviana fronteriza con Brasil en la cuenca del Plata, que se conecta
con la hidrovía de los ríos Paraguay-Paraná.
Roncagliolo consideró que esa iniciativa en Puerto Suárez será muy
importante para el futuro de su país y agregó que su Gobierno espera que
"en un plazo corto" sea aprobado el protocolo de Ilo.
El Ejecutivo de La Paz ha expresado varias veces su preocupación por el
retraso en la aprobación de ese documento por parte del parlamento de
Perú, ya que fue firmado en 2010 por el presidente Evo Morales y el
entonces mandatario peruano, Alan García.
Uno de los
puntos polémicos en el protocolo es la facilidad que Perú otorgaría a
Bolivia para que construya en Ilo un Anexo de la Escuela Naval boliviana
para entrenar a cadetes y oficiales.
Choquehuanca
también ratificó que su Gobierno ha decidido impulsar el comercio
boliviano a través de Ilo y otros puertos peruanos, en lugar de las
terminales de Chile por donde actualmente pasa el 70 % de la carga
internacional de Bolivia.
Morales anunció que
impulsará la integración física con Perú, en medio de un enfrentamiento
con su homólogo de Chile, Sebastián Piñera, al que demanda la
restitución de la salida soberana al mar perdida en la guerra del
Pacífico a fines del siglo XIX.
En ese marco, Morales
ha invitado a Humala a participar el 5 de abril en la inauguración del
tramo boliviano de un "corredor interoceánico" que parte desde un puerto
brasileño, atraviesa Bolivia de este a oeste y debe terminar en el
Pacífico.
Al evento asistirá la mandataria de Brasil,
Dilma Rousseff, y también ha sido invitado Piñera, luego de que
Santiago presentara un reclamo por su exclusión del proyecto del
corredor bioceánico.
Choquehuanca confirmó hoy que
con Perú han acordado avanzar en la integración física con una carretera
y un ferrocarril, en el que Bolivia podría invertir de 2.000 a 3.000
millones de dólares.
Otros de los acuerdos logrados
se refiere a la ayuda de la Marina de Perú a Bolivia para construir
barcos para la navegación lacustre y fluvial y la creación de la
Comisión Binacional Fronteriza que permitirá a los militares luchar
contra los delitos en la zona.
Este mecanismo
bilateral permitirá combatir amenazas comunes como el narcotráfico, la
trata de personas, el tráfico ilícito de armas de fuego, municiones y
explosivos y la explotación ilegal de recursos naturales en la frontera.