
Tel Aviv, 28 ago (PL) Un tribunal israelí condenó hoy a una
estadounidense defensora de los derechos humanos de su propia muerte y
absolvió al ejército de la acusación de asesinato.
El presidente de la corte dijo en su veredicto que la joven fue
responsable del accidente por ponerse en riesgo al pararse delante de la
enorme máquina, empleada por el ejército israelí para demoler viviendas
y arrasar sembrados de la población autóctona y abrir paso a
inmigrantes judíos de varios países del mundo en su estrategia de
expansión a costa de los territorios palestinos autónomos.
Rachel Corrie, una activista por los derechos palestinos, fue
aplastada en 2003 en la Franja Gaza por una topadora conducida por un
militar en el curso de una protesta popular contra los abusos de las
fuerzas castrenses de Tel Aviv.
La decisión nos defrauda, pero no nos sorprende, dijeron los
familiares de la joven al conocer el fallo de la Corte Superior de
Haifa.
Los padres de la víctima anunciaron que recurrirán la sentencia y
reiteraron que los soldados israelíes actuaron de manera negligente y
por lo tanto son responsables de la muerte de la Rachel, que apenas
tenía 24 años al momento de ser aplastada por los militares en el curso
de una protesta contra la ocupación.
Como norma, el Poder Judicial israelí elude condenar los constantes
abusos del ejército y los granjeros sionistas contra los palestinos y
los movimientos pacifistas opuestos a la ocupación de los territorios
autónomos y el bloqueo total contra la Franja de Gaza, decretado por
Israel hace más de un lustro.
Entre los escándalos más sonados están la absolución de un granjero
sionista que años atrás asesinó a varios palestinos en la localidad de
Richon le Sión y, en fecha más reciente, el abordaje de una flotilla
solidaria que llevaba alimentos y medicinas a la asediada población de
la Franja de Gaza.
El ataque contra las embarcaciones inermes costó la vida a varios
súbditos turcos y provocó un enfriamento de las relaciones entre Ankara,
que demandó una reparación, y Tel Aviv, que rehusó excusarse.
Semanas atrás la opinión pública mundial se horrorizó tras la
transmisión por telemisoras internacionales de imágenes de un oficial
israelí pateando a un niño palestino en uno de los puestos militares de
control de Israel en los territorios ocupados.