Mauricio Funes, Presidente de El Salvador, aseguró
que continúa junto al pueblo de ese país centroamericano "en la espera
de la verdad" sobre el asesinato del arzobispo Óscar Arnulfo Romero,
cometido el 24 de marzo de 1980.
"En el caso del asesinato de monseñor Romero, aún seguimos esperando
que la justicia llegue al fondo del caso y revele esa verdad, que no
sólo se debe a los familiares de monseñor, sino a la iglesia católica y a
todo el pueblo salvadoreño", dijo Funes, durante el programa sabatino
Conversando con el Presidente, que transmiten en Radio Nacional de El
Salvador.
Desde que inició su mandato en junio de 2009, Funes consideró a
Romero como "el guía espiritual de la nación". Asimismo, pidió perdón en
nombre del Estado salvadoreño a la familia de Romero, a la iglesia
católica y al país.
El arzobispo Romero fue ultimado de un disparo en el pecho, cuando
oficiaba misa en la capilla de un hospital para enfermos de cáncer de
San Salvador, el 24 de marzo de 1980, cuando estaba por estallar la
guerra civil que se prolongó hasta 1992. El sacerdote fue reconocido por
denunciar la represión militar y la injusticia social.
En 1993 una Comisión de "La Verdad" creada por la Organización de
Naciones Unidas (ONU) culpó como responsable intelectual del asesinato
al mayor del ejército Roberto D´Aubuisson, fundador de la Alianza
Republicana Nacionalista (Arena, Derecha), quien murió de cáncer en
febrero de 1992.
Este domingo también se celebrará el Día Internacional del Derecho a
la Verdad de las Víctimas de Graves Violaciones de los Derechos Humanos,
declarado por la ONU en 2010 en honor al prelado, que se caracterizó
por defender a los pobres y denunciar las injusticias.
La conmemoración oficial de la Iglesia católica y de la Fundación Monseñor Romero se llevó a cabo por anticipado el sábado anterior 16 de marzo para no interferir con el Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa, según explicaron los organizadores.