La Habana -- El histórico sector del azúcar en Cuba continúa sin remontar sus problemas y enfrenta perspectivas pesimistas para la actual cosecha, en la que la previsión de crecer un 20 por ciento puede no cumplirse por factores como atrasos y la falta de caña.
Las alertas sobre los problemas de la zafra 2012-2013, que debe concluir en mayo próximo, han comenzado a aparecer en medios oficiales como el diario Granma, que el miércoles afirmó que la actual cosecha “pende de un hilo” si bien “pudo haber sido mejor e irse por encima de los planes”.
“Llegar a las postrimerías de marzo, con la fabricación del 82 por ciento del azúcar planificado es estar en presencia de una molienda que, de no reaccionar con urgencia, hará más tortuoso el camino”, indicó el periódico.
Los actuales índices productivos vuelven a teñir de pesimismo a un sector que ha repetido incumplimientos en los últimos años a pesar de las reestructuraciones a las que lo sometió el gobierno, después de que la cosecha del 2009-2010 terminara con la peor producción del país en 105 años.
Considerada en otros tiempos como la locomotora económica del país, la industria cubana tocó fondo en esa zafra con 1.1 millones de toneladas.
En las siguientes dos cosechas, hubo una ligera recuperación con crecimientos de un 7 por ciento en el 2010-2011 y un 16 por ciento en el 2011-2012.
Esa última zafra estuvo marcada por la transformación del sector impulsada por el gobierno de Raúl Castro, que en 2011 sustituyó al Ministerio del Azúcar por el Grupo Empresarial de la Agroindustria Azucarera (AZCUBA).
Las autoridades cubanas consideraron que el cambio contribuiría a lograr una gestión más eficiente, promover nuevas tecnologías y generar exportaciones para financiar los gastos propios de la industria.
En noviembre pasado, por ejemplo, Cuba firmó contratos con empresas de Brasil y Reino Unido que formalizaron la apertura del sector a socios extranjeros tras 50 años sin permitir inversiones foráneas.
Pero esos contratos, que abrieron oportunidades de negocios en áreas como la industrial, agrícola y energética, tienen aún un alcance mínimo y no han representado mejorías concretas para la producción cubana.
Bajo la nueva estructura de AZCUBA, la cosecha 2011-2012 tuvo “modestos” avances aunque dejó de producir 66,502 toneladas de azúcar y repitió incumplimientos con sólo un 94 por ciento de la producción prevista.
Los medios oficiales señalaron entonces que el Grupo Azucarero estaba insatisfecho con los resultados y analizaba cada problema ocurrido durante la molienda.
Para la actual cosecha, que arrancó en noviembre pasado, AZCUBA anunció que utilizaría un total de 50 centrales, cuatro más que los que trabajaron en el periodo anterior.
Además, el grupo consideró que el sector estaba en condiciones de mantener los índices de recuperación y aumentar en un 20 por ciento la producción.
En los últimos días, los análisis de la prensa oficial han insistido no obstante en que los “atrasos” están poniendo en peligro el plan con rendimientos insuficientes y se mantienen vigentes “errores” de otros años.
Granma insistió el miércoles en que el plan de producción “atraviesa un momento difícil y tenso” y a pocas semanas para el cierre de la cosecha sólo se ha alcanzado un 65 por ciento de la “norma potencial”.
El “rendimiento potencial de la caña” es “inferior a las exigencias y lo que esperaba la mayoría de las unidades”, añadió el rotativo.
Entre los principales problemas que menciona, están la inestabilidad de los centrales en zafra, el insuficiente abasto de caña, “grietas organizativas”, falta de exigencia y humedad en algunas zonas del país.
Las principales críticas apuntan así a la incapacidad de remontar viejas dificultades de otras anteriores, aún cuando estaban “disponibles” los recursos necesarios y las condiciones eran “ideales”.
“Los especialistas del Grupo Azucarero lamentan