
La defensa del general boliviano Gary Prado Salmón,
colaborador de la CIA quien ordenó en 1967 el asesinato del combatiente
revolucionario Ernesto “Che” Guevara, pidió ayer una intervención
urgente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para
“precautelar sus derechos”.
El general retirado es uno de los 39 implicados en el caso Rozsa, una conspiración para asesinar el Presidente Evo Morales.
Prado Salmón fue acusado de haber colaborado con el
húngaro-croata-boliviano Eduardo Rózsa, líder de un grupo de
mercenarios, veteranos de los balkanes que intentó matar en 2009 al
presidente Evo Morales y apoyar un movimiento separatista en el
departamento de Santa Cruz.
Gary Prado Araúz, hijo y abogado del general retirado envió una carta
dirigida a Emilio Alvarez, secretario general de la CIDH, donde le hace
una solicitud urgente de Medidas Cautelares de Protección para Gary
Prado Salmón porque considera que está siendo “víctima de violaciones a
sus DD. HH. y garantías procesales por funcionarios judiciales del
Estado Plurinacional de Bolivia”.
Gary Prado hijo pidió además al secretario de la CIDH que le conceda
una audiencia en Washington, entre el jueves y viernes, para presentarle
la documentación que respalda la solicitud.
La pasada semana el general retirado abandono el juicio oral que
lleva adelante el Tribunal de Sentencia, que funciona en Santa Cruz pero
pertenece a La Paz. Argumentan que un fallo del Tribunal Constitucional
ordena que el caso Rózsa sea ventilado en un juzgado de Santa Cruz.