15 de mayo de 2013, 07:39Por Odalys Buscarón Ochoa
Moscú, 15 may (PL) Cerca de mil personas visitaron hoy el Mausoleo de Vladimir I. Lenin, en la Plaza Roja de esta capital, en el primer día para visitas de excursionistas, tras una restauración de casi medio año.
Una larga fila del público fue apreciable minutos después de la apertura a las 10:00 hora local, por un costado de las Murallas del Kremlin, vigiladas por policías, según constató esta agencia.
Desde diciembre y hasta el abril, a propósito de celebrarse el natalicio 143 del líder de la primera Revolución Socialista, el mausoleo estuvo cubierto por una cúpula blanca y rodeado de un gigante armazón de acero, durante la reconstrucción de los cimientos del histórico edificio.
Como tradición de antaño, el monumento protegido por la Unesco, sigue siendo un sitio donde moscovitas y visitantes foráneos prefieren hacerse de una fotografía como testimonio.
Mientras esperaba para entrar, un joven ruso del público dijo a Prensa Latina que es un sitio obligado para repasar la historia de este país, a la par del deseo de experimentar sentimientos e impresiones hacia una figura mundialmente reconocida.
Tanto es así, que pese al sol abrasador al filo del mediodía y el intenso calor, que rompe récords en Moscú, personas de distintas nacionalidades y generaciones diversas completan por minutos la interminable fila, que se distingue de otros excursionistas, de paseo por la Plaza Roja.
Ante la prohibición para entrar con cámaras fotográficas y de video, y celulares, es constante la concentración frente al monumento, desde la plaza, para hacerse instantáneas.
Turistas de China, República de Corea, Estados Unidos, España, y hasta de Argentina y Brasil han concurrido hasta el sitio para ver la tumba del líder del proletariado mundial.
Un primer teniente de la policía comentó a esta agencia que a pesar del considerable número de visitas recibidas en estas tres horas, la concurrencia es baja respecto a las habituales jornadas de fin de semana, cuando las cifras ascienden a seis o siete mil visitantes.
En su opinión, las estadísticas son también parte del debate que genera la personalidad de Lenin, en la sociedad rusa polarizada, prácticamente a la mitad entre quienes consideran que su cuerpo debía sepultarse y los que se manifiestan contrarios, lo cual corroboran sondeos.
El monumento, un proyecto del arquitecto Alexei Schúsev, permaneció más de 80 años sin someterse a una restauración capital.
Según el Servicio Federal de Protección, durante las labores de reconstrucción, el sarcófago con el cuerpo de Lenin fue trasladado a la Sala Memorial, y la tumba no sufrió afectaciones.
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