Por: Carolus Wimmer (*)
Obama demostró que en su segundo mandato seguirá su sendero de políticas incumplidas…
La gira del presidente Barack Obama por México y Costa Rica puso en
evidencia la desesperación que existe en Washington por mantener su
“zona de influencia” hemisférica, en medio de la mayor crisis
económicofinanciera de la historia de Estados Unidos.
El Consejo Económico de la Casa Blanca ha recomendado “raspar la
olla” en Nuestramérica, y para ello necesita gobiernos títeres que le
permitan asegurarse con recursos energéticos, petróleo y gas a bajo
precio, minerales, reservas de agua dulce, biodiversidad, profesionales y
mano de obra esclava para el sistema de maquila.
Obama demostró que en su segundo mandato seguirá su sendero de
políticas incumplidas, entre ellas su fallida estrategia hacia la
“reconquista” de América Latina, pues resultó derrotado en su empeño de
controlar otra vez lo que ellos llamaron su “patio trasero”.
Todo ello pese a la ampliación de su teatro de guerra con una nueva
ocupación militar velada en Centroamérica, “maquillada” de supuesta
cooperación para la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia
organizada.
La Revolución Bolivariana, con el legado del Comandante supremo y la
conducción del presidente Nicolás Maduro, junto a un pueblo consciente y
combativo, se ha convertido en el mayor obstáculo para la reedición de
la Doctrina Monroe en el continente.
Antes del comandante Hugo Chávez, bastaba un golpe planificado desde
las embajadas gringas para garantizar la lealtad de los países a los
intereses de EEUU.
Hoy tenemos una América Latina unida en PetroCaribe, en la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestramérica, en la Unión de Naciones
Suramericanas, en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños,
que hace difícil repetir un descarado neocolonialismo.
(*) Diputado del Parlatino y secretario de relaciones internacionales del PCV