En los brazos de la luna.
Negros, como lágrimas de rimel de miel y carbón, Eran los ojos que vistieron de luto a mi corazón. Me enseño que cierto amor tiene alas Y que bajo el cielo todo es vanidad.
En la escalera del dolor trepe reptando, Apuñalado por el frío y la razón. Nunca sin rencor supe decir adiós, ... Por que siempre me marché Con un puñado de dudas entre las manos.
Con la presencia de un futuro y un pasado que olvidar, Con un rojo en los ojos y cien versos que matar. Los funerales, las traiciones, los vicios y las calles, Fueron los que hicieron el alma
adolescente de este Peter Pan.
Con mis manos vacías que no pienso quemar, Con mis pies descalzos que no van a caminar Por las brazas taciturnas de esta ciudad, Solo queda este poeta Que se enfrenta a si mismo y sin piedad!! Y ahora tiento al destino, saco pecho en la tempestad Y por las noches me acobijo… en los brazos de la luna. —
con Clarissa Herrería Barbosa
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