La Comisión Europea (CE) anunció este
jueves que presentará una demanda contra el gobierno británico por
presunta discriminación, tras considerar como injustas las pruebas que
se implementan para determinar si un inmigrante europeo puede cobrar
subsidios públicos en ese país.
De acuerdo con el Ejecutivo comunitario, los principios
que aplica el Reino Unido en estos casos impiden a los extranjeros
acceder a asistencias a las que tienen derecho, como el seguro por
desempleo y las ayudas a los padres.
La CE, encargada de comprobar que los países
miembros cumplan con las leyes del bloque, considera injustos los
exámenes adicionales que el gobierno de David Cameron les hace a los
inmigrantes de la Unión Europea (UE) para ver si les corresponden o no
ciertos beneficios.
Según el Ejecutivo regional, Londres viola el
principio de la UE sobre la residencia habitual, reafirmado por
unanimidad en 2009 por todos los países miembros.
El Reino Unido decidió imponer de modo unilateral
criterios bajo el rubro de derechos de residencia, que son cumplidos por
todos los británicos simplemente por poseer el pasaporte local.
Sin embargo, para la CE esto significa que esa nación discrimina injustamente a los ciudadanos de otros estados miembros.
Un portavoz del gobierno británico manifestó que
la prueba realizada a los inmigrantes “es una herramienta vital y justa
para asegurarse de que esos beneficios solo se paguen a las personas que
pueden vivir y trabajar en Reino Unido legalmente”.
La decisión de llevar al país ante
los tribunales se produce después de que en 2011 la UE solicitase
cambios al gobierno británico, que nunca modificó la situación.
El caso también ha sido llevado ante
la comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, explicó la CE, que ya
ha recibido varias quejas de ciudadanos sobre el tema.
La contradicción con el Ejecutivo de
la UE llega en un momento en que el euroescepticismo parece ganar
terreno en el Reino Unido, lo que llevó a Cameron a detallar en un
borrador las bases del referendo sobre la UE que planea convocar en
2017.