El científico: Mira al suelo mientras mea y al mismo tiempo examina las burbujas y hace experimentos sobre la presión del chorro de acuerdo con la magnitud del pujo. El despreocupado: Orina toda la parte externa del inodoro o mea en el lavamanos si encuentra todos los retretes ocupados. El distraído: Se desabrocha la bragueta, se saca una punta de la camisa y se mea en los pantalones. El débil: Dura varios minutos buscándosela entre la bragueta y al final decide bajarse por completo los pantalones para poder sacarla. El envidioso: Mira hacia los demás mingitorios y compara su pija con la de los otros. El exquisito: Se sienta en el inodoro para mear. El fanfarrón: Se desabrocha cinco botones para sacársela cuando dos hubieran sido suficientes. El infantil: Dirige el chorro hacia arriba y hacia abajo, intentando llegar más alto o cazar un insecto. El insidioso: Deja escapar un silencioso pedo; luego olfatea y mira acusadoramente al vecino. El nervioso: No encuentra la bragueta, se desgarra el cinturón y se arranca los botones o la cremallera.