Ángel Graña González

Vicepresidente primero

Sociedad Espeleologica de Cuba

Vicepresidente

Federación Espeleologica de América Latina y el Caribe

El 1 de octubre del 2011 llegue una vez más a la bella isla de Guadalupe, en el Mar del Caribe y que es un departamento de ultramar de Francia. Se encuentra a 600 km al norte de las costas de América del Sur y al sureste de la República Dominicana. Antiguamente se llamaba Karukera, que significaba "la isla de las bellas aguas". Fue descubierta por Cristóbal Colón dándole su actual nombre en honor de la Virgen Santa Maria de Guadalupe.

Aunque Pointe-à-Pitre no es la capital, sí es la principal ciudad de Guadalupe y

tiene, como todo centro urbano, museos y calles comerciales, pero no conservó demasiado de su pasado. En gran parte porque la ciudad fue arrasada por un terremoto y un incendio en 1843.
Mi presencia se debe como en otras oportunidades a participar en Las Jornadas del Agua representando como en años anteriores a la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre y que se celebra en las islas francesas una vez en Martinica y la otra en Guadalupe.

Arribe a esta ciudad en la noche, y al día siguiente 2 de octubre como habíamos quedado, a las 8 y 30 de la mañana estaba mi gran amigo y reconocido arqueólogo Henry Petitjean Roget, y después del habitual abrazo de saludo me comento sobre el programa que había preparado para mí.

Recorreremos todo Basseterre, dice Henry, visitando algunos sitios de petroglifos y terminaremos en Sainte Rose, serán mas de 200 kilómetros, donde esta mi casa, como conoces muy bien, descansaremos y comeremos, y te traigo de nuevo al hotel, que te parece y solo le respondí esto será un domingo muy bien aprovechado.

Salimos del Hotel Creole Beach en Gossier, en Grande Terre es la segunda de las 2 mayores islas del departamento de ultramar francés de Guadalupe. Su nombre significa literalmente en francés "Tierra Grande". Está separada de su hermana mayor, Basse-Terre, por un estrecho canal llamado Rivière Salée, es una isla calcaría que en su centro es una meseta árida, que posee 594.98 km² de superficie y el famoso volcán la Soufriere, el pico más alto en la Antillas Menores, se localiza en la isla. Tiene 1.467 m de altura y es un volcán activo.

En el litoral sur de esta isla se sitúan las playas y hoteles que atraen el turismo a Guadalupe. La isla tiene igualmente la mayor parte de la tierra utilizada para la agricultura en el territorio.

Y tomamos la vía pasando por el puente que separa estas dos islas que forman a Guadalupe y tomamos una amplia y muy moderna carretera hacia nuestro primer sitio que esta en Capesterre Belle Eua después de dejar atrás a Petit Bourg y Goyave, después de este ultimo lugar se encuentra Santa Maria nombre que lleva pues según los investigadores ahí fue donde Colon llego a Guadalupe la primeras vez en 1493, durante su segundo viaje, una efigie del almirante se encuentra a la entrada del poblado.

Los primeros europeos en llegar a la isla de Guadalupe fueron navegantes españoles. 21 días después de haber abandonado las Islas Canarias, en el transcurso de su segundo viaje en 1493, Cristóbal Colón descubrió una isla a la que bautizó como Deseada, debido al ansia que tenía la tripulación de llegar a tierra firme. Esta isla sería posteriormente bautizada durante el dominio francés como La Désirade.

El domingo 3 de noviembre de 1493, Cristóbal Colón descubrió otra isla, a la que bautizó como María Galanda (Marie-Galante), como su nave capitana. Tras pasar una noche los navegantes españoles se dirigieron hacia una isla más grande que habían percibido desde los montes de María Galanda. Al llegar allí Colón decidió echar el ancla y conceder algunos días de descanso a sus hombres.

El 4 de noviembre de 1493 los españoles desembarcaron en la isla Karukera, a la que Colón bautizó como isla de Guadalupe en referencia al monasterio real de Santa María de Guadalupe en España.

Según varias fuentes, tras realizar una visita a este monasterio, Colón habría hecho a los monjes la promesa de dar el nombre de su patrona a una isla o lugar descubierto en el Nuevo Mundo o se habría hecho a sí mismo esta promesa si regresaba sano y salvo durante una tormenta a su regreso a Europa en 1492. Otros autores afirman que para bautizar la isla se habría inspirado al descubrir los saltos de Carbet, que le habrían recordado las cascadas extremeñas donde estaba situado el monasterio.

Según me comento Henry no todos están de acuerdo en señalar este lugar como la primera llegada colombina a la isla ya que los factores geográficos descritos por colon en su diario no son exactos a los que se ven en Santa Maria, las investigaciones siguen dice Henry y tendremos una opinión próximamente. Le comente a Henry que el Dr. Antonio Núñez Jiménez también se apoyo en las descripciones geográficas que daba Colon del paisaje cubano para poder definir con exactitud los lugares descritos por el almirante, yo también me he basado mucho en ese aspecto para tomar decisiones, responde Henry.

Y continuamos nuestro viaje hacia Capesterre que guarda las primeras pictografías descritas en la isla por Raymond Breton quien nació en Baune, 3 Septiembre de 1609; y falleció Caen, Baja Normandía el 8 Enero de 1679.

En 1647, entró en la Orden de los Dominicos a la edad de diecisiete años y se envió en 1627 al priorato de St. Jacques, en París, para terminar su educación clásica y hacer su curso de filosofía y teología. Habiendo obtenido su grado en teología, navegó con tres sacerdotes dominicos para las Indias Orientales franceses en 1635, y está entre los primeros europeos en Guadalupe, en uno de sus recorridos encontró estas rocas talladas

Bretón consagró casi veinte años a la actividad misionera en la Antillas. Uso también el tiempo en la isla, enseñando y evangelizando a los nativos en su propia lengua por lo que se volvió un adepto en los varios idiomas del Caribe.

Llegó a San Vicente, pero no se quedó porque los Caribes locales habían matado dos sacerdotes anteriores.

En el lugar, junto a un muro, prácticamente en el patio de una residencia, se encuentra una gran roca cubierta de ramas de árboles secos y Henry rápidamente comienza a retirarlos de la roca para poder verla bien y para evitar un fuego sobre la roca, allí me explica que ese petroglifo fue estudiado muy bien por el y Gerald, otro gran amigo arqueólogo de Guadalupe que vive en Basse Terre y que visitaremos mas tarde, como siempre y con la sabiduría que tiene Henry nos hace una explicación detallada de este lugar. Nos dice Henry que accidentalmente en 1990 el joven de Capesterre David Beaugendre redescubrió las pictografías, al regresar del baño en la playa, dice el joven que vio dos grabados en una roca y lo informo a las autoridades de Capesterre Belle Eau.

En 1992 el servicio arqueológico de la región organizo una operación de salvamento de las rocas y se ha logrado que las rocas sean visibles un gran cartel informativo aparece indicando y explicando el lugar a pocos metros de la roca y desde luego de una zona residencial cerca del mar

Continuamos nuestra marcha con rumbo sur y nos dirigimos hacia otra localidad Gaigneron donde nos encontramos algo muy similar al anterior, la roca esta ubicada muy cerca de algunas casas y sobre ella volvemos a encontrar restos de ramas de árboles secas, que Henry rápidamente comienza a echarlas afuera con los dos mismos propósitos, buena observación y evitar un incendio sobre ella que indudablemente las perjudicaría, en esta localidad la figura principal es un gran pájaro con pico además de otras formas distintas, todas se pueden observar con mucha calidad.

Rápidamente pasamos una vez mas por Trois Riviere, la que había conocido junto al Dr. Núñez Jiménez en 1987, cuando conocí a Henry que fue quien nos condujo a esa localidad dentro de las actividades de la expedición En Canoa del Amazonas al Caribe, posteriormente en el 2006 participando a una reunión de UNESCO para la protección de sitios con Arte Rupestre volví a este interesante sitio, y de nuevo ahora aprovechando esta visita junto a Henry nos adentramos dentro de sus rocas labradas, al sitio, lo atraviesa un pequeño arroyo y alrededor de el se encuentran las rocas con petroglifos, todo muy bien conservado y protegido.

El parque Arqueológico de las rocas data del 1970 y esta creado por la Sociedad de Historia de Guadalupe. Se sitúa por Trois Riviere y en el se pueden observar diferentes rocas volcánicas gravadas por los Indios Arawaks (los primeros ocupantes de la isla antes de los caribes) Las figuras en las rocas se les atribuye una significación religiosa.

Continuamos en viaje y en el mismo poblado de Troís Rivieres, Henry toma por una de las calle de esta localidad y tomamos una llamada chemin de la coulisse, donde para mi asombro, a menos de dos metros de la calle y entre dos bellas residencias se encuentra un petroglifo, le comento al amigo Henry la diferencia de los petroglifos en Guadalupe que la gran mayoría están en lugares muy accesibles, y que en nuestro país es necesario caminar horas, para llegar a algunas de nuestras localidades con arte rupestre por lo general en cuevas y de difícil acceso, eso es bueno dice Henry eso ayuda a la protección, aquí todos estos que hemos visto menos el de Capesterre no tienen ninguna protección solo los habitantes de las casas junto a ellos y como eso no es de su interés en la mayoría de los casos están completamente bajo el peligro de la destrucción.

Después de estas interesantes visitas y al aproximarnos a Basse Terre, la capital administrativa de Guadalupe donde radica su gobierno central nos dirigimos a la casa de Gerard, el cual nos recibe este domingo en el amplio portal de su casa, junto a una gran arboleda de árboles frutales, conversamos un buen rato con el buen amigo y se habla de un posible viaje a Cuba para visitar algunos puntos de nuestra zona oriental.

El regreso por la costa este de Guadalupe lo hacemos entre muchas zonas con pequeñas playas y un gran bosque a la derecha, regresamos ahora por la vía conocida por la transversal que cruza por el Parque Nacional de la Guadalupe.

El Parque Nacional situado en Basse-Terre, el ala más grande de la mariposa (que a diferencia de lo que indica su nombre -tierra baja- es la parte más montañosa). Allí se encuentra el Volcán de la Soufrière, que culmina a 1.467 metros de altura. Las áreas más restringidas del parque preservan precisamente el macizo del volcán y la selva tropical que lo cubre, pero en realidad casi toda la Basse-Terre está protegida por un estatuto de reserva natural

Los habitantes de Karukera (nombre que le dieron a la isla y con el cual la conoció Cristóbal Colón en 1493 en su segundo viaje a América) no sobrevivieron a los primeros tiempos de la colonización española del Caribe.
Prácticamente toda la parte central de la isla de Basse-Terre es un parque natural, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1992. Es el primer Parque Nacional francés declarado en un entorno tropical, se creó en 1989, y con sus 17.400 hectáreas es el más extenso de las Pequeñas Antillas.
La zona central está formada por un bosque húmedo de bambú y caoba, en el que hay 811 especies florales y 274 de helechos, además de 100 especies diferentes de orquídeas (5 de ellas endémicas). También habitan 33 especies de pájaros, 11 especies de murciélagos, 17 especies de mamíferos (incluyendo manatíes), así como batracios. Entre la frondosa y exuberante vegetación se forman múltiples cascadas.
La ruta de la Traversée (17 Km): Los lugares más emblemáticos a visitar son Las Mamelles (las montañas Petit-Bourg, de 716 metros, y Pigeon, de 769 m, y su parque zoológico), la Cascade aux écrevisses, Accesible por un camino marcado por unos pocos cientos de metros, una cascada de 10 metros de altura te da la bienvenida en un ambiente tropical y la Maison de la Forêt, Les Chutes de la rivière du Grand Carbet, con sus tres cascadas de 125, 110 y 20 metros de caída.
La Soufrière volcán activo de 1467 m de altitud del que emanan vapores sulfurosos) y Les Bains Jaunes, donde te puedes bañar a 26ºC.

Viajamos mientras se observa la amplia floresta de grandes árboles y muchas plantas con flores, una temperara muy agradable que la humedad del lugar, cientos de aves vuelan y llegamos a la cascada ecrivesses nos detenemos allí un rato y vemos la fuerza del agua que desciende poco mas de 10 metros desde lo alto de la montaña, decenas de personas con sus hijos disfrutan esta maravilla de la naturaleza.

De nuevo en la carretera que habíamos tomado al inicio nos dirigimos al norte pasando por Lamartin para ir a Sainte Rose, poblado cercanos al mar y donde Henry tiene una muy bonita casa con una gran área de césped y árboles frutales, entre ellos el anón y me regala uno de un tamaño muy poco visto por su grandeza, para que lo pruebes y me comentes sobre su sabor.

Sus hijos están en la casa disfrutando de la piscina, jóvenes guadalupeños que todos hablan el español como su padre.

El mayor desde la piscina me saludas y me invita a refrescar, algo muy bueno después de un largo recorrido ya que había bastante calor, rápidamente me facilitan un short y entro en las frías aguas de la piscina junto a toda la familia.

Al rato un anuncio que esperábamos la comida esta lista y placidamente y en un ambiente completamente familiar degustamos el maravilloso pescado hecho por un uno de los hijos de Henry

Ya cayendo la tarde y después de haberse despido del padre y de mi dos de sus hijos que viven en otro lugar Henry me lleva de nuevo a mi hotel en Gossier, al que llego cansado pero con la alegría de haber estado con un gran amigo y de haber conocido nuevos lugares con pinturas rupestres de Guadalupe, indudablemente que fue un domingo muy bien aprovechado

Actualizado (Miércoles, 27 de Febrero de 2013 16:25)