24 de junio de 2013, 14:00Por Adalys Pilar Mireles
Pinar del Río, Cuba, 24 jun (PL) Voluntarios de varias universidades cubanas participarán en el proyecto de monitoreo de las tortugas marinas, estudio que comenzará el 1 de julio en la occidental península de Guanahacabibes, anunciaron hoy expertos.
En cuatro playas de la apartada localidad, Reserva de la Biosfera, se habilitarán campamentos para acoger a los estudiantes de la Universidad de La Habana y de dos instituciones homólogas, radicadas en esta provincia.
Los jóvenes permanecerán durante más de una semana en las proximidades de la costa con el fin de observar la llegada de esos reptiles y cuidar las nidadas.
Profesores, especialistas locales y pobladores de ese paraje respaldan el programa de investigación y protección de los quelonios en la etapa de desove, la cual comienza en mayo, explicó a Prensa Latina el director del Parque Nacional Guanahacabibes, Lázaro Márquez.
Las especies caguama, verde y carey, hacen sus nidos en las dunas casi vírgenes de la demarcación, conocida también como El Cabo.
Más de un centenar de personas -precisó- participarán en esa iniciativa ecologista, única de su tipo en Cuba.
Para contribuir a las pesquisas, iniciadas hace más de una década, los activistas recorren el litoral durante la noche y madrugada, acompañados de linternas.
Aunque las investigaciones se concentran en el período comprendido entre el 1 de julio y el 31 de agosto, cuando arriba el mayor número de ejemplares al lugar, las medidas de vigilancia se refuerzan desde mayo y terminan en noviembre, una vez finalizada la eclosión.
Un amplio dispositivo de seguridad se despliega en la península con el propósito de resguardar a esas criaturas, veneradas por antiguas culturas que las llamaban pescados con escudos, dijo.
Márquez agregó que aunque los voluntarios se ubicarán en cuatro playas, las indagaciones abarcarán además a otras cinco.
Turistas europeos y de otros continentes visitan la zona para presenciar el arribo de los quelonios, ritual de reproducción que añade atractivos a Guanahacabibes.
Prominente corredor de aves migratorias, en ese escenario perdura una de las últimas selvas del Caribe.
El Parque Nacional Cayos de San Felipe, grupo de islillas del suroeste insular, es otro de los sitios preferidos por los curiosos habitantes del océano en la actual temporada.
Amenazados por la caza furtiva, la pesca accidental y la contaminación, esos animales dejan a sus crías en la arena de esta región antes de emprender otra travesía por los mares.
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