Por Nuriem de Armas / Fotos: de Pedro Rioseco y Nuriem de Armas
Allí donde el centro de Quito se hace más histórico, se impone el barrio La Ronda, las pocas calles que lo componen son bien estrechas y pululan los comercios, bares de todo tipo y restaurantes con las más diversas ofertas.
Siempre es fiesta en la Ronda, aunque en las noches el ambiente bohemio le da un toque particularmente atractivo.
Los turistas acuden a este barrio en busca de la música tradicional y en vivo, las luces que le imprimen romance al lugar y las delicias ecuatorianas como el canelazo, exquisito sobre todo en las frías noches quiteñas y las empanadas de morochos y de viento.
También es un espacio cultural donde conviven la artesanía más típica de Ecuador, presentaciones teatrales y danzarías, fina joyería y tallas en maderas.
El toque de gracia de la Ronda lo ponen los geranios que adornan cada balcón por reducido que sea, rojos, blancos, amarillos, crecen y florecen, incluso dan nombre a uno de los restaurantes más emblemático.
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