03 de julio de 2013, 12:54Brasilia, 3 jul (PL) La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, descartó hoy un diálogo con los camioneros que mantienen desde hace casi tres días bloqueadas carreteras del país en reclamo de rebajas de los precios del diesel y peaje.
"No estamos de acuerdo con procesos que causan turbulencias en la actividad productiva y en la vida de las personas", declaró Rousseff en una intervención realizada en el Palacio de Planalto (sede de la Presidencia).
Voy a usar una expresión de nuestra bandera, en la que está escrito "Orden y Progreso ", puntualizó al recordar que Progreso es la construcción de la infraestructura y Orden significa democracia, más respeto.
La mandataria descartó negociar con los manifestantes que bloquean carreteras en todo el país y generan afectaciones a la economía nacional.
No se equivoquen, las protestas pacíficas son una cosa que agranda al país, pero otra muy distinta es creer que la nación puede vivir "sin normalidad y sin estabilidad, enfatizó.
Al menos 12 importantes arterias continúan cerradas al tránsito en sies estados brasileños, a pesar de la decisión del gobierno de adoptar acciones judiciales contra los organizadores de la huelga y la imposibilidad de atender sus reclamos.
El líder de esta paralización y del Movimiento Unión Brasil Camioneros, Nélio Botelho, reiteró que las protestas se mantendrán en todo Brasil hasta las 06:00 hora local de mañana.
Los chóferes de vehículos pesados permiten el paso de ómnibus y autos ligeros, pero cualquier camión es obligado a detener la marcha, lo cual impide el trasiego de carga entre los estados.
Los bloqueos de varias vías se registran en los territorios de Bahía, Espírito Santo, Mato Grosso, Minas Gerais, Rio Grande do Sul y Santa Catarina. En Río de Janeiro y Sao Paulo, la Policía intervinó varias tramos de carreteras, lo cual permitió la reanudación de tránsito de automotores.
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