09 de julio de 2013, 16:28Tegucigalpa, 9 jul (PL) Durante los últimos cuatro años cerca de 30 periodistas murieron en Honduras como consecuencia de la ola de violencia que continúa azotando el país, según datos difundidos hoy por medios locales de prensa.
De acuerdo con el Comisionado Nacional de Derechos Humanos de Honduras (Conadeh), 28 comunicadores sociales han muerto a manos de criminales y al menos cinco han sido privados de libertad de 2009 a la fecha, durante la administración de Porfirio Lobo.
La cifra de profesionales de la comunicación alcanzados por la criminalidad, colocan a la nación centroamericana como el país del mundo con la tasa per cápita más alta de asesinatos contra periodistas, señaló el diario El Heraldo.
Honduras tiene el triste honor de encabezar el número más grande per cápita de homicidios de periodistas y además es el país donde más se asesina per cápita en el mundo, expresó recientemente el subdirector de Comunicación e Información de la Unesco, Janis Karklins.
El presidente del Colegio de Periodistas de Honduras, Juan Ramón Mairena, manifestó el mes pasado que ser un profesional de la prensa en el país se ha vuelto peligroso debido a la ola de criminalidad y de violencia que se registra por la presión del crimen organizado.
Mairena también expresó su preocupación por la impunidad que prevalece en el asesinato de periodistas en Honduras, donde las mismas autoridades de seguridad reconocieron en abril pasado que el 80 por ciento de los homicidios quedan sin resolver por la falta de investigación.
Al mismo tiempo, el dirigente lamentó que el gobierno de Lobo no haya cumplido los compromisos asumidos en agosto último de implementar un programa de protección a los periodistas.
Las cifras del Conadeh apuntan que de las 28 muertes registradas en la actual administración, solamente en uno de los casos se condenó al victimario.
El último caso de agresión a comunicadores de la prensa se produjo el 24 de junio, cuando sujetos fuertemente armados raptaron al periodista de televisión y catedrático universitario Aníbal Barrow, quien permanece desaparecido.
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