Unos barbudos pescadores cuelgan una ikurriña en la plaza del Ayuntamiento de Iruñea poco antes de las 12 del mediodía del día 6 de Julio y la lían parda, pero que muy gorda.
El alcalde, rabioso porque su gran despliegue de seguridad formado por cientos de policías de todos los colores y de paisano no ha podido evitar esta simpática acción, ordena retrasar el txupinazo, liándola esta vez sí, muy pero que muy gorda, sobradamente gorda.
Medios de comunicación y partidos políticos hablan de boicot, pero a muchxs se nos pone una sonrisa en la cara y nos remontamos a tiempos de giraldillas y solidarios con Itoiz cortando cables.
Algunxs, tanto tiempo hablando de desobediencia civil e insumisión, critican la acción. Pero nuestra sonrisa continua en nuestras caras. Estos momentos ya son inolvidables