China y Rusia utilizaron us poder de veto en Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para bloquear la decisión de un comité -impulsado y respaldado por Estados Unidos- que pretendía ampliar las sanciones contra Irán, so pretexto de que sus pruebas de misiles balísticos han violado resoluciones del organismo.
Los gobiernos de Moscú y Beijing se opusieron a las alegaciones de que las pruebas de misiles iraníes violaron resoluciones de las Naciones Unidas, un posición que provocó la decepción de la embajadora norteamericana, Rosemary DiCarlo, pues el Comité no alcanzó a ampliar las sanciones.
De acuerdo con el representante permanente de Australia y presidente de dicha comisión, Gary Quinlan, varios miembros de este comité consideran que el lanzamiento de misiles viola claramente las sanciones de la ONU, por lo que todos los Estados miembros deben duplicar sus esfuerzos para aplicar sanciones relacionadas con misiles balísticos contra el país persa.
En el reporte de mayo pasado sobre Irán, un Panel de Expertos de la ONU afirmó que las pruebas iraníes de los misiles Shahab 1 y 3 (Meteoro), Zelzal (Temblor), Fateh-110 (Víctor) y de misiles Tondar (Relámpago), así como misiles balísticos antibuque Jaliy-e Fars (Golfo Pérsico) violaron las resoluciones de la ONU.
El representante permanente adjunto de China ante la ONU, Wang Min, defiende que todas las partes involucradas en torno al tema nuclear iraní deben intentar promover una nueva ronda de conversaciones, tan pronto como sea posible.
El enviado chino dijo que las sanciones no son el objetivo fundamental de la resolución y enfatizó que resolver el asunto mediante el diálogo y la negociación es "la única vía correcta, el camino viable".
Respecto a las presuntas violaciones, señaló que las investigaciones y el manejo de ese tipo de denuncias “deben estar basados en hechos claros y en evidencia dura". “China siempre se ha opuesto al uso y amenaza del uso de la fuerza. No estamos a favor de incrementar la presión o de (imponer) nuevas sanciones contra Irán", agregó Wang.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) imponen sanciones contra Teherán, bajo el alegato de que su programa de energía nuclear persigue fines bélicos.
Teherán, por su parte, rechaza tales acusaciones y recuerda como miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y signatario del Tratado de No Proliferación (TNP), tiene derecho a adquirir y desarrollar energía nuclear con fines pacíficos.