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El Moncada: protagonista de una historia
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Testigo del tiempo, la actual Ciudad Escolar 26 de Julio, otrora cuartel Moncada, fue escenario de uno de los hechos más significativos del proceso revolucionario que culminó la larga historia de las luchas independistas cubanas.
En las primeras horas del 26 de Julio de 1953 se llevaron a cabo los asaltos a los cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente.
Estas proezas fueron ejecutadas por más de un centenar de jóvenes revolucionarios liderados por Fidel Castro Ruz, quienes se autonombraron: Generación del Centenario en homenaje al héroe nacional José Martí. Tenían como propósito efectuar una acción que desencadenase la lucha armada para derrocar la dictadura de Fulgencio Batista y lograr de forma definitiva la independencia nacional. La elección del Moncada respondía a este fin, pues era una gran fortaleza militar, considerada la segunda en importancia en todo el país.
Pero esta no es toda la historia de esta insigne edificación cuyas memorias se remontan al año 1859, cuando se le encargó al entonces jefe del Gobierno Civil y de la Comandancia Oriental de la Isla, el Mariscal de Campo Carlos Vargas Machuca, supervisar la construcción de lo que sería el cuartel del nuevo presidio, que funcionaría como cárcel departamental en Santiago de Cuba.
Definida su ubicación en las afueras de la ciudad en su lado este, se construyó un sencillo y robusto edificio de una sola planta con sótano. La fortaleza medía unos 180 metros de frente por 77 de fondo y estaba diseñada para albergar a más de mil soldados y doscientos presos.
Casi una década después, al estallar la Guerra de los Diez Años dirigida por Carlos Manuel de Céspedes, fue rebautizada con el nombre de Reina Mercedes, en honor a la primera esposa del rey de España Alfonso XII; y en ella se alojaron las fuerzas de caballería e infantería españolas con el fin de combatir a los insurrectos. A partir de entonces quedó la instalación con la triple función de fortaleza, sanatorio para soldados hispanos y prisión para los patriotas cubanos.
Uno de los prisioneros fue el General Guillermón Moncada, quien, a partir del 2 de enero de 1894, poco antes de iniciarse la guerra de independencia organizada por José Martí, fue encerrado durante seis meses junto a otros importantes jefes militares insurrectos. En este sitio el destacado dirigente cubano contrajo la enfermedad de la tuberculosis, la cual lo haría fallecer dos años después, al iniciarse la gesta del 95.
Poco tiempo después concluida la guerra en 1898, durante la primera ocupación militar de Estados Unidos, fue justamente en el cuartel Reina Mercedes donde, en vez de izarse la bandera de la estrella solitaria, ondeó por primera vez en Cuba de manera oficial el estandarte de la nación norteña.
Al cesar la dominación española en la Isla, el general Saturnino Lora se hizo cargo de la jefatura de la Guardia Rural de la antigua provincia de Oriente, cuya sede estaba en el propio cuartel; y fue justamente él quien propuso darle el nombre de Moncada a esta fortaleza, en abril de 1909.
El quinto presidente de la República de Cuba, Gerardo Machado, hizo de esta edificación una sede de tortura y encarcelamiento de revolucionarios. Tal es el caso del líder cubano Antonio Guiteras Holmes, quien estuvo encarcelado en el año 1931 en uno de sus oscuros y húmedos calabozos.
Posteriormente, el tirano Fulgencio Batista reconstruye, amplía y dota a la fortaleza militar de anchos muros y garitas. Este remozamiento le propició el estilo Art Decó que define en la actualidad su fachada.
El 26 de julio de 1953 dejó una huella imborrable en la historia del cuartel Moncada, y marcó una pauta que trasciende en las luchas revolucionarias. Ese día varios cubanos pusieron todo su empeño en la defensa de sus ideales. Muchos de ellos perdieron sus vidas por esta causa; y los sobrevivientes fueron detenidos, enjuiciados y condenados a prisión. Todo ello propició la detonación de incontables acciones de lucha que culminarían con la victoria definitiva en enero de 1959.
Después del Triunfo de la Revolución comenzó la destrucción de sus muros con el objetivo de transformar el otrora lugar de opresión en la actual Ciudad Escolar 26 de Julio, donde también se creó un museo compuesto por ocho salas que reflejan detalles de la acción que allí se produjo en 1953.
Con aproximadamente mil 600 alumnos de la enseñanza primaria distribuidos en 80 aulas, el centro escolar posee la mayor matrícula de la provincia de Santiago de Cuba.
Como dato curioso se destaca que en la década del ´70 se reconstruyeron las murallas del cuartel al ser declarado Monumento Nacional de Cuba.
En este aniversario 60 de los ataques a los cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, devenidos símbolos de la lucha revolucionaria, el pueblo cubano realiza un merecido homenaje a todos aquellos hombres y mujeres que se entregaron incondicionalmente a la causa independentista.