Piedad Córdoba, exsenadora y fundadora de Marcha Patriótica, es ahora una gran defensora del alcalde Petro. Aquí, en una manifestación en su favor en la Plaza de Bolívar. Foto: Juan Pablo Pino. |
Hace poco más de un mes, frente al tema de la revocatoria, el secretario de Gobierno de Bogotá Guillermo Alfonso Jaramillo dijo en La Silla que el alcalde Petro saldría a la plaza pública a buscar que su mandato se lo ratifique el pueblo. “La estrategia es mostrarle a la gente nuestras ejecutorias desde el Gobierno y decirle a la gente cómo la revocatoria es la defensa de la corrupción”, agregó semanas después el exsecretario de Gobierno Guillermo Asprilla, también en entrevista con La Silla.
La estrategia de Petro de refrendar su mandato en el pueblo ya comenzó con cuatro asambleas populares en distintas localidades. Y uno de los respaldos clave para estas concentraciones lo está dando la Marcha Patriótica, el movimiento de izquierda radical que busca “una segunda independencia”, como lo contó La Silla, y cuyo futuro político depende de los diálogos de paz con las Farc.
La Marcha no sólo le está marchando a Petro organizando y participando activamente en la “primavera petrista” que promueve Guillermo Asprilla. El movimiento también espera que su solidaridad con Progresistas trascienda y logren acuerdos con miras a las elecciones del año entrante, tanto las del Congreso como las de presidente.
El problema podría estar en que por ahora los progresistas oficialmente sólo están hablando de acuerdos electorales con el Partido Verde, como se lo aclaró ayer a La Silla su vocero Antonio Navarro. Aunque Asprilla dijo, por aparte, que el propósito del progresismo es impulsar una confluencia de todos los sectores de la izquierda “incluyendo a los verdes”.
Resulta difícil imaginar a los sectores verde de Alfonso Prada y Enrique Peñalosa, el mockusiano de John Sudarsky, el de Alonso Salazar, y al de ‘Lucho’ Garzón (quien es alto consejero del Gobierno Santos) en una alianza con la Marcha Patriótica. Y viceversa.
Los coqueteos entre la Marcha Patriótica y los progresistas comenzaron poco antes de la marcha por la paz, del pasado 9 de abril, en apoyo a los diálogos Gobierno-Farc en La Habana.
Carlos Lozano, presidente del Partido Comunista (que es uno de los componentes principales de la Marcha Patriótica), le contó a La Silla que su partido hizo las gestiones iniciales para que Petro sumara su apoyo a la manifestación.
“En esos primeros acercamientos decidimos que trabajaríamos sobre tres temas comunes: el apoyo al proceso de paz, la defensa de las garantías democráticas y la defensa de lo público”, nos explicó por su parte Jaime Caicedo, secretario general del Partido Comunista y también parte activa de la Marcha.
Efectivamente, Petro (y, claro, todo el Gobierno Nacional) apoyó la manifestación de ese día, que resultó multitudinaria al menos en Bogotá en parte por la capacidad de movilización que demostró la Marcha Patriótica.
Esa misma capacidad de movilización es la que espera demostrar la Marcha ahora en las asambleas populares en apoyo a Petro y en rechazo a los dos riesgos que se ciernen sobre su administración: una revocatoria que está andando y un juicio disciplinario en la Procuraduría que podría terminar con su suspensión o destitución.
El fin de semana del 13 y 14 de julio se realizaron las primeras asambleas pro Petro en Puente Aranda, Ciudad Bolívar y Antonio Nariño. Una persona de Progresistas que asistió nos dijo que la más concurrida fue la de Ciudad Bolívar, con unos 500 asistentes. A las otras dos fueron entre 100 y 200 personas, según la misma fuente. En la de Ciudad Bolívar fue protagonista Piedad Córdoba (fundadora de la Marcha Patriótica), quien con micrófono en mano defendió con ahínco la administración de Gustavo Petro.
Ya Piedad se había subido a la tarima para defender al Alcalde en la primera reunión de la “primavera petrista” que se realizó en la Plaza de Bolívar, a fines del mes pasado.
“Piedad no ha estado en todos los eventos, pero sí muchachos de la Marcha que llegan con sus pancartas a apoyar al Gobierno”, agregó otro asistente a las asambleas.
“Más que la defensa del Alcalde, esta solidaridad tiene que ver con la defensa del Estado social de derecho frente a los planes de la extrema derecha”, dijo Lilia Solano, de los movimientos Colombianos por la Paz y Marcha Patriótica.
La Marcha Patriótica también hace parte de la convergencia de fuerzas cuyos líderes se reúnen todos los martes a las 5 de la tarde para programar las asambleas populares. Ahí también están miembros de la CUT, de la CGT, de la Alianza Social Independiente, del Partido Comunista, del movimiento Poder Ciudadano, de los recicladores, de los animalistas, del Polo y el secretario general del Partido Verde, Néstor Daniel García Colorado, quien ha asistido a varios encuentros y pertenece al sector de Opción Centro del verde, afín a Petro. Por supuesto, también están los Progresistas en cabeza de Guillermo Asprilla.
La reunión de hoy martes será en la sede norte de la Asociación Distrital de Educadores y la asamblea de este fin de semana será en la localidad de Tunjuelito.
La alianza en ciernes
Marcha Patriótica no se limita a participar en las manifestaciones y en su organización. Hace dos domingos estuvo presente en la vereda La Granada de Sumapaz, a donde llegaron varios miembros del Gobierno Petro a rendir cuentas a delegaciones de campesinos y a hablar de la Zona de Reserva Campesina del Sumapaz, cuyo proyecto asumió como propio Petro.
Desde entonces, el impulso a la Zona de Reserva Campesina del Sumapaz se ha convertido en uno de los puntos comunes entre la Marcha Patriótica y Progresistas.
Otro punto común es la paz. La Marcha defiende los diálogos de paz de La Habana y Petro es hijo de otro proceso de paz, el del M-19. Aunque los procesos están muy distantes en el tiempo y en las condiciones para alcanzar la paz, la administración de Petro es una señal positiva para que las guerrillas se desmovilicen porque de muestra que pueden llegar al poder por la vía electoral, y que para Petro ser testigo de que hacer la paz vale la pena es un activo a la hora de enfrentar una revocatoria.
Por esa confluencia de intereses no sería una sorpresa que estos dos movimientos terminen aliados para las elecciones.
“Más allá del problema específico de Bogotá, estamos trabajando con los progresistas en una convergencia y hemos hablado de la posibilidad de recoger firmas para una lista unificada al Congreso. Estarían progresistas y otros movimientos como el Partido Comunista y País Común, de Feliciano Valencia (líder indígena)”, dijo Jaime Caicedo, de la Marcha.
Pero la alianza no es tan fácil. Primero, porque ya están avanzados los acercamientos de los Progresistas y los Verdes: si ya es difícil que el sector peñalosista de los verdes acepte una alianza con el movimiento de Petro, lo será mucho más si éstos vienen unidos con o están en proceso de acercarse a la Marcha Patriótica.
Y segundo, porque no todos los miembros de la Marca y del progresismo están alineados en esa alianza. Por ejemplo, en una entrevista reciente con La Silla, en referencia a las coaliciones que quieren buscar los Progresistas, Antonio Navarro dijo que no sabía si la Marcha estaría ahí, pues aún no ha definido si jugará en las elecciones de 2014.
Si la alianza electoral Marcha-progresismo se concreta, Petro se recupera de su mala racha en la Alcaldía y hay proceso de paz, el Polo Democrático podría ver amenazado su lugar central dentro de la izquierda, toda vez que ese partido ha dejado entrever que sólo va a aceptar coaliciones alrededor de él.