Después de haber ganado nueve veces las Series Mundiales de saltos de gran altura —27 metros —, Orlando Duque ha escrito su nombre en la historia. El colombiano de 38 años, que se había visto destronado por el británico Gary Hunt en los tres últimos años, no ha podido elegir mejor momento para recuperar el mando: será recordado como el primer campeón del mundo de una disciplina que debutaba en el calendario de los mundiales de natación. "Cuando pasen los años y se repasen los récords, mi nombre aparecerá ahí el primero. Recordaré este día por mucho tiempo", ha confesado Duque.
Hunt ha liderado la prueba hasta el último salto—un cuádruple mortal con tirabuzón y medio—, en el que no ha logrado una entrada limpia al agua. "Es el mejor saltador hoy en día. El nivel que tiene es muchísimo mayor que el del resto y el error que ha cometido no es nada normal en él", ha señalado Duque, que dejó su mejor obra para el final y se llevó la prueba con un triple mortal con tres tirabuzones que ejecutó de forma impecable.
Tercero fue el mexicano Jonathan Paredes, que se aprovechó en la ronda final del fallo del ruso Artem Silchenko, cuya abrupta entrada al agua tras un salto muy arriesgado le ha acabado relegando a la sexta posición. En el corazón del Puerto de Barcelona, Duque ya tiene su legado en un espectáculo tan bello como lleno de riesgo, finalmente consagrado como deporte.