01 de agosto de 2013, 01:22Por Adalys Pilar Mireles *
Artemisa, Cuba (PL) Exploraciones entre las ruinas de viejos cafetales, permitieron descubrir siluetas de la otrora próspera hacienda San Pedro, complejo situado en las serranías del occidente cubano.
Durante las indagaciones afloraron los cimientos de la casa principal, parte del ajuar doméstico y rastros del área fabril, diseñada
para el procesamiento del codiciado grano.
Las excavaciones en la Sierra del Rosario posibilitaron localizar el sitio exacto de la casona que sirvió de vivienda en el siglo XIX a los
dueños de la propiedad, declaró a Prensa Latina el geólogo Henry Fernández.
Se trata -explicó- de un espacio atípico dentro del paraje montañoso -actual Reserva de la Biosfera-, que ha cambiado algunos conceptos.
Como parte de las averiguaciones confirmamos que la zona de plantación fue concebida a modo de terrazas para evitar la erosión y detectamos la presencia de una construcción muy peculiar asociada a la tahona o molino.
El edificio semejante a un fuerte español es único en Cuba. Tampoco existen referencias de algo parecido en Haití ni Brasil, subrayó.
Otra de las revelaciones fue la existencia de un complejo sistema de drenaje, el cual sustentaba el método húmedo para el beneficio del café.
Fundada en 1804 San Pedro está rodeada de haciendas construidas por colonos galos que emigraron a Cuba tras la revolución haitiana, a partir de 1793.
Contrariamente a lo que muchos pensaban, la investigación histórica demostró que su dueño, Pedro Leret, nació en Baltimore, Estados Unidos,
y viajó a la isla siendo muy joven, detalle que añade otra nota curiosa al escenario.
Al excavar entre los fragmentos del cafetal, el cual fue demolido en el siglo XIX tras el declive de esa modalidad productiva, aparecieron restos del ajuar doméstico como losa inglesa, fragmentos de frascos de perfumería, planchas de carbón, entre otros vestigios.
Según Fernández en el lugar existió también un cementerio esclavo, que pretenden explorar en venideras campañas.
"Poseemos la localización primaria a partir de la tradición oral, ya estuvimos en el lugar, es un monte firme, será bien complejo el trabajo, pero queremos asumirlo".
Hacer excavaciones arqueológicas en la Sierra del Rosario implica un desgaste enorme, la vegetación y la humedad son implacables, en muchas
ocasiones hay que despejar el camino a punta de machete, sentenció.
Tales investigaciones son lideradas por especialistas del Gabinete Arqueológico de la Oficina del Historiador de La Habana y acompañadas
por expertos del Museo de Las Terrazas junto a varios voluntarios.
Escogimos San Pedro porque duró muchos años y alcanzó una prosperidad notable hasta su desaparición, pero las búsquedas continuarán, tenemos más interrogantes que certezas, confesó.
Se estima que en la Sierra del Rosario se levantaron unos 100 cafetales, cerca de 70 fueron localizados, las evidencias de los restantes están aún por descubrir.
Sólo el parque Las Terrazas atesora unas 40 haciendas y otras 10 están situadas en zonas de amortiguamiento. Esas construcciones aprovechaban los recursos ofrecidos por el entorno inmediato.
Con un estilo arquitectónico centroeuropeo demostraron la ingeniosidad de sus artífices para adaptarse a lo abrupto del terreno, en plena cordillera de Guaniguanico, la más occidental de Cuba.
Paralelamente a estos estudios, historiadores pinareños buscan en regiones aledañas otras ruinas de complejos cafetaleros sin escrutar todavía.
Preservar las siluetas de los hallados hasta el momento es desvelo de lugareños y restauradores, enfatizó.
*Corresponsal de Prensa Latina en la provincia de Pinar del Río.
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