La
manipulación mediática no es nueva en el mundo donde vivimos, sobre
todo si la interesada en ocultar la verdad es la Iglesia católica. A su
vuelta de Brasil –donde acudió a la celebración de las JMJ– Bergoglio
hizo unas declaraciones en el avión que le llevaba a Roma que han dado
la vuelta al mundo: dice no ser quién para juzgar a una persona gay que busca al ‘Señor’.
¿Es nuevo? Sí, pero las declaraciones, no la postura dogmática de la Iglesia:
dichas palabras no cambian la opinión que Francisco, la Curia y los
católicos en general tienen sobre el matrimonio homosexual; sólo dice
respetar a los gays creyentes, no significa que los acepte. ¿Por qué es así? En la segunda parte de sus declaraciones, que por cierto no han sido emitidas por los medios de comunicación, deja bien claro que las relaciones entre personas de mismo sexo son pecado y que las únicas aceptadas por la Iglesia católica son las heterosexuales, siempre dentro del ‘sagrado’ matrimonio, claro está.
¿Manipulación? Evidente y lacerante: los medios, en lugar de informar, se dedican a vender y cortan sin miramientos la parte del discurso de Francisco que no les interesa.
Tanto la Iglesia como los medios de comunicación ganan con esta versión
que ofrecen al mundo: los primeros porque cambiar titulares de
corrupción por los de “modernización” –una exageración como un castillo
de grande por parte de periodistas y contertulios– y los segundos
porque venden. Los únicos que pierden son siempre los mismos, el pueblo,
quien se traga todo lo que las cadenas de tv y radio le dice, sin ni
siquiera consultar otras fuentes alternativas para contrastar la
información. Todas anuncian lo mismo, porque a todas les interesa vender y subir la cuota audiovisual para así obtener más beneficios. Y el Vaticano encantado de la vida.
Desde La Iglesia es la Mayor Secta de la Historia queremos denunciar la manipulación que todos los medios de comunicación han hecho con este asunto.
Se cuentan con los dedos de una mano los periodistas que realmente han
contado las cosas como son y no han omitido la segunda parte del
discurso de Francisco, exponiendo toda la información. Si se ofrece al
espectador una verdad a medias, el mismo no puede contar con elementos necesarios para sacar su propia opinión al respecto y es manipulado.
Se puede decir más alto, pero no más claro ya que siempre han hecho lo
mismo, confundir a quien deben información plena y no sesgada.
Recordemos al gran José Luis Sampedro y su excepcional frase: “¿Es que la gente está loca? No, está manipulada”. Ya va siendo hora de que lo sepamos todos.