El número de emigrantes españoles ha aumentado, como es bien conocido, exponencialmente con la crisis económica. Si en 2008, había fuera de nuestras fronteras 1.237.893 españoles registrados, en 2013, ese número es de 1.623.809, según el Censo de Españoles Residentes en el Extranjero (CERE), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, 385.000 compatriotas mayores de 18 años se han visto obligados por la crisis económica a hacer las maletas y a buscar un futuro mejor. Esto supone un crecimiento del 23%.
Traduciendo esas cifras a dimensiones manejables, es algo así como que la novena ciudad de España (Las Palmas, 382.000 habitantes) se hubiera esfumado. En los cuatro años anteriores (2004-2008), el número de expatriados fue de 110.066, lo que supone un crecimiento de casi el 30% en las salidas. Sólo en 2012, más de 82.000 trabajadores hicieron las maletas y emigraron a otros países en busca de una oportunidad laboral, cifra que representa un incremento del 5,5% respecto a 2011. Pero vamos a ver qué hay de detrás de estos datos y, sobre todo, si son de fiare.
Hay que tener en cuenta que los números que aquí se manejan son los que ofrece el registro en el Censo Electoral de Españoles Residentes en el extranjero (CERA), con lo que es de suponer que quienes no se han registrado allí, no aparecen inscritos, algo que ocurre, como veremos, en muchas ocasiones. De hecho, estas cifras, aunque permiten una aproximación a la distribución de la emigración española, deben ser tomadas con muchas cautelas. Por ejemplo, la estadística del INE sitúa en 3.000 los ciudadanos españoles que emigraron a Reino Unido en 2012. El servicio estadístico británico señala que entre marzo de 2001 y marzo de 2012 más de 30.000 los españoles en edad de trabajar llegaron a ese país, lo que supone un aumento del 25% respecto al periodo anterior.
Algo parecido ocurre con Alemania. Según los datos del Departamento Federal de Estadística alemán (Destatis), en 2012 llegaron al país 29.910 españoles, un 45% más que el año anterior. El INE en cambio cifra el éxodo al centroeuropeo en el mismo periodo en 2.648. Así que podemos observar que en dos casos las diferencias son de al menos 10 veces las calculadas por el registro del Instituto Nacional de Estadística.
Si extrapoláramos ese amplio margen de error a todos los países durante el periodo 2008-2013, la población expatriada podría situarse en casi cuatro millones de habitantes (el INE habla de 385.000). Pero, a falta de otros datos fiables y ante la imposibilidad de encontrar estadísticas actualizadas en todos los países receptores (las últimas de Francia, por ejemplo, son de 2009), sólo nos queda ceñirnos a la distribución de los emigrantes registrados en el CERE, que será lo que hagamos a continuación.
Otra forma de calcular el número de emigrantes podría ser con los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), también elaborado por el INE desde 2009, pero no abarca todo el periodo 2008-2013 y arroja datos similares. También se podría hacer con las estimaciones migratorias del INE, pero sólo reflejan datos desde 2011. Por todo ello, la fuente de información elegida es el citado CERE. Hechas las acalaraciones, veamos a dónde se ha ido toda esa población. Sabemos, a grandes rasgos, que a Alemania, a Reino Unido y cada vez más a Latinoamérica. Pero vamos a mirar bien los datos para intentar descubrirlo.
El principal destino al que emigraron los españoles mayores de edad en el periodo 2008-2013 fue Argentina. Con diferencia es el país que más españoles acogió durante el periodo 2008-2013, más de 79.000. Le sigue Cuba con 55.518 nuevos emigrantes durante el periodo 2008-2013, un hecho que parece tener su explicación en la entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica. Después aparecen México, con 30.326 nuevos españoles censados; Brasil, con 26.739 y Venezuela, con 25.345. Además, 22.563 se marcharon a Estados Unidos y 18.075 lo hicieron a Chile.
De hecho, algunos informes, como este del Instituto Elcano, hablan de que la emigración desde España es una migración de retorno, como parece ser el caso de Latioamérica. De este modo, el aumento del número de españoles residiendo en el extranjero reflejaría, en parte, “la salida de nuestro país de miles de inmigrantes nacionalizados, junto con el crecimiento de la cifra de latinoamericanos de origen familiar español, nacionalizados españoles en sus países en aplicación de la Ley de la Memoria”, según el informe. No obstante, este estudio habla de una “pequeña” salida de españoles autóctonos hacia otros países, algo que en el caso de Alemania y Reino Unido se puede poner perfectamente, como se ha visto, en tela de juicio.
Así las cosas, como vemos, por continentes, el principal destino de los nuevos emigrantes fue América, según esta estadística, seguido a bastante distancia por Europa y a mucha más por Oceanía y África. Una de las conclusiones que pueden extraerse es que la estadística parece reflejar bien el número de inmigrantes nacionalizados españoles que retornan a sus países, mientras que no lo hace en la misma medida con los nacidos en España que abandonan el país generalmente por falta de oportunidades.
En Europa, según esta estadística, los principales países receptores son, por este orden, Francia, que recibió casi 20.000 españoles en el periodo 2008-2013; Reino Unido, con más de 12.000; Alemania más de 9.000 y Suiza más de 8.000. El total de la colonia española en el extranjero registrada en el CERE es de 1,6 millones si se suman los nuevos emigrantes más los ya establecidos fuera de nuestras fronteras antes de la crisis. Se distribuye de la siguiente manera:
* Fuentes: Las citadas en el artículo y las estadísticas de 2008 y 2013 del Censo de Españoles Residentes en el Extranjero (CERE), disponibles aquí.
* Para leer más: Este artículo aborda las diferencia entre los datos suministrados por el INE y los que reflejan las estadísticas de los países de acogida.
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