el 27 Junio 2013.
Se llama “súper huracán” al fenómeno de este tipo denominado como categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson que rebasa en velocidad los 250 kilómetros por hora; uno de los últimos así reconocidos, Katrina, prácticamente arrasó las costas de Luisiana (Estados Unidos) en 2005, lo que dio pie a que la comunidad científica considerara que en los siguientes años aumentarían estos fenómenos. En 2006 no hubo uno solo, al año siguiente fueron dos y hasta la mitad del 2013 ningún fenómeno se ha vuelto a suscitar.
En 2007, un grupo de investigadores del Instituto de Geofísica (IGf) y del Centro de Ciencias y Desarrollo Tecnológico, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), crearon una metodología científica con la que pronosticaron que durante los siguientes cinco años (hasta 2012) no habría súper huracanes en el Atlántico, lo cual se ha cumplido verazmente; con el modelo E.L.S.Y han determinado que de 2013 a 2018 habrá entre cuatro y siete huracanes categoría 5, lo cual nadie había podido predecir hasta ahora.
El doctor Víctor Manuel Velasco Herrera, quien dirige al equipo científico, explica que de acuerdo al elaborado estudio que realizan, los súper huracanes se formarían en el noreste de México, frente a las costas de Tamaulipas, y en el sureste en la Riviera Maya; en Estados Unidos se harían presentes nuevamente frente al estado de Luisiana, y en menor número habrá en el Caribe y en Centroamérica.
“El trabajo que nosotros realizamos parte del punto de vista de la ciencia Aeroespacial, que si bien es multidisciplinaria permite una visión diferente de cualquier fenómeno natural”, detalla el doctor Velasco Herrera, quien vivió en Ucrania 15 años para hacer estudios en la materia.
“La ciencia no es única, es diferente en cada país, y posiblemente porque estudiamos la naturaleza de otra manera hemos obtenido resultados innovadores”, detalla el doctor Velasco Herrera, especialista en investigaciones aeroespaciales.
El universitario continuó, “mediante E.L.S.Y. primero determinamos el periodo en que ocurren los súper huracanes, y al incorporarle las imágenes digitales 3D del Atlántico comprendimos la importancia de las aguas profundas”.
¿Por qué el Atlántico?
Los súper huracanes se forman en zonas de aguas profundas, donde hay grandes albercas termales que se localizan en el noreste de México, en el Caribe, América Central y en sureste de Estados Unidos.
Entre 2008 y 2012 en el Atlántico no se dieron las condiciones tanto oceánicas, como atmosféricas y geográficas para que los huracanes evolucionaran y llegaran a categoría 5. Entonces, si las tres condiciones no se presentan de forma sincroniza, no habrá fenómenos de este tipo.
El académico de la UNAM expone que desde la llegada de los españoles al continente americano se tiene información de huracanes, los cuales que no se conocían en Europa, de manera que se tienen reportes de esos fenómenos desde 1650, aproximadamente.
“La palabra huracán proviene del maya y significa `el de una sola pierna´; además, así era como llamaban al dios del rayo, de la tormenta y el viento; entonces, hay más historia en los registros del Atlántico”.
Agrega que el modelo E.L.F.Y. se diseñó con los análisis de los últimos 50 años, porque la tecnología ha permitido más información, y con ello se ha podido estudiar la evolución de los huracanes categoría 5 en el Atlántico para poder hacer un pronóstico.
Con ello, y desde la visión de la ciencia Aeroespacial que estudia la variación natural de estos fenómenos, se encontró que los huracanes de esta categoría no se dan de manera aleatoria como se pensaba, sino que tienen bien definidas sus temporadas.
“Mediante E.L.F.Y., primero determinamos el periodo en que ocurren los súper huracanes, y analizamos las imágenes digitales de elevación y los modelos 3D del Atlántico; comprendimos la importancia de las aguas profundas y después de las corrientes cálidas.
“Ahora queremos estudiar desde que nacen los fenómenos hidrometeorológicos en el Atlántico para saber cuáles pueden llegar a ser huracanes categoría 5; es un nuevo reto de E.L.S.Y. para colaborar en esta nueva temporada.
“Sin embargo, para avanzar en esta nueva línea de investigación se requiere de una red de boyas en el Golfo de México estratégicamente ubicadas, las cuales además de ayudar en la navegación puede ser utilizada en los estudios climatológicos, mareográficos y para los huracanes, entre otros”.
Por el momento, ante la ausencia de esta infraestructura nacional se utiliza la red oceanográficas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA), de Estados Unidos. Adicionalmente a la red de boyas es necesario crear un Sistema Nacional de Alerta Temprana con radar de polarización dual en la banda “C” (4-8 GHz) o “S” (2-4 GHz), para monitorear los fenómenos hidrometeorológicos en tercera dimensión y que sea compatible con la Red NexRAD de Estados Unidos.
“La falta de equipo, de infraestructura, de personal y de financiamiento no es un pretexto para realizar ciencia de vanguardia. Pero el apoyo a la ciencia debería ser una política de estado, sobre todo cuando hay resultados concretos”, precisó el científico aeroespacial de la UNAM.
Asimismo, refiere que su equipo de trabajo ha realizado un primer mapa de riesgo meteorológico en el que se muestran todos los posibles huracanes de cada categoría, pero solo abarca la mitad del territorio nacional porque falta la costa del Pacífico.
Al concluirse el mapa se tendrían bien determinadas las zonas privilegiadas por el gran abastecimiento de agua, así como las castigadas por falta de líquido de todo el territorio nacional. “Con este modelo se puede programar la agricultura y adicionalmente serviría para tener una visión geográfica de las zonas más vulnerables para ubicar regiones urbanas en las que se deban tomar medidas pertinentes para proteger a la población.
“Para terminar el mapa hace falta material humano, pues se trata de estudiantes de doctorado. Al tener más personal se pueden resolver más rápidamente los problemas, y aquí no se trata de capacidad sino de cantidad de especialistas. Creo que deberíamos tener un instituto para el estudio meteorológico únicamente para el Pacífico y otro igual para el Atlántico”.
Finalmente, el doctor Velasco Herrera comenta que desafiar los paradigmas establecidos y presentar ante la comunidad científica resultados con innovadores propuestas es algo muy difícil, pues no se acepta fácilmente.
El grupo de científicos del IGf dijo en 2008 que hasta después de cuatro años no habría huracanes categoría 5, y ello se contraponía a los pronósticos que tenían los especialistas meteorológicos, quienes señalaban que los gases de efecto invernadero influían en la formación de súper huracanes y con eso aumentaría sustancialmente su número.
En opinión del científico universitario, la economía del siglo XXI se basa en la Ciencia. “No estamos ante una problemática climática, sino de políticas de desarrollo y de mala planificación. Somos vulnerables ante fenómenos climáticos, pero los problemas actuales se deben en gran medida a una mala planificación urbana y/o al abandono del campo. Si el Gobierno Federal no reacciona y no cuenta con un plan de contingencia se tendrán problemas muy severos”.
Raúl Serrano