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General: Espiral descendente en relaciones Rusia-Estados Unidos
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 17/08/2013 12:34
Espiral descendente en relaciones Rusia-Estados Unidos PDF Imprimir E-Mail
Escrito por Odalys Buscarón *   

Imagen activa17 de agosto de 2013, 01:02Por Odalys Buscarón *

Moscú (PL) El caso del exanalista de la CIA Edward Snowden marcó un punto en la trayectoria descendente de las ya complicadas relaciones ruso-estadounidenses, pese al sinnúmero de gestos diplomáticos empecinados en un acercamiento.

Vale aclarar que antes de la llegada de Snowden al aeropuerto moscovita de Sheremetevo, el 23 de junio, las contradicciones acumuladas en la agenda bilateral, solo en este año, eran suficientes para no creer en el fin de la retórica de confrontación.

Desde el retorno del presidente Barack Obama a la Casa Blanca (enero de 2013), y de la reelección de su par ruso, Vladimir Putin, en marzo de 2012, las dos potencias no han conseguido arrimar posiciones a cuestiones estratégicas de seguridad y el control armamentista, por citar ejemplos.

Existe coincidencia entre expertos rusos en que el otorgamiento de refugio temporal a Snowden, el autor de las filtraciones del programa secreto de la Agencia de Seguridad Nacional (ANS) para espiar a clientes de Internet, fue solo una burbuja en la tormenta de desavenencias.

Para sorpresa de Moscú, Obama anunció a la sazón de un encuentro ministerial bilateral que cancelaba la visita a la capital rusa para su encuentro con Putin, a inicios de septiembre.

El encuentro, preparado con antelación por el canciller Serguei Lavrov y el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, apuntaba a aclarar problemas pendientes en la agenda, como el escudo antimisiles en Europa, que tanto irrita a Rusia por considerarlo una amenaza a su potencial nuclear y a la seguridad del territorio de la Federación.

Según un artículo del sitio Global Research, existen otras razones de fondo y peso que impulsaron a Obama hacia esa abrupta decisión.

Y es que parece que el político demócrata está dispuesto a encarar los costos de un deterioro de los nexos ruso-norteamericanos y satisfacer las exigencias del sector ultrarradical de los neoconservadores.

Dentro del Congreso los senadores Bob Corker -republicano- y Eliot Engel (demócrata) han renovado la campaña para revivir el escudo, ignorando las preocupaciones de Moscú sobre el despliegue de misiles balísticos cerca de las fronteras occidentales de Rusia.

"Creo que el episodio más reciente (Snowden) se suma a un número de discrepancias surgidas en los últimos meses (...) y posiblemente sea adecuado que hagamos una pausa, que reevaluemos hacia dónde va Rusia, cuáles son nuestros intereses centrales y calibremos las relaciones", expuso Obama en la rueda de prensa.

Advirtió que "nadie debe esperar acuerdos al ciento por ciento" y las diferencias no pueden ser disfrazadas totalmente.

La comparecencia de Obama ocurrió en medio de las conversaciones en Washington, en el formato "2+2", entre Lavrov, Ferry, y los titulares de Defensa, Sergei Shoigu y Chuck Hagel.

El pronunciamiento del gobernante no dejó dudas sobre un improbable acuerdo en torno al escudo, aunque tanto Lavrov como Shoigu aseguraron que la reunión fue constructiva, y lo más importante, no hay rupturas, ni retórica de "Guerra Fría", afirmó el jefe de la diplomacia rusa.

Las críticas de Obama en su discurso a la situación de los derechos humanos en Rusia, en particular en el ámbito de los homosexuales, siguieron a la espiral de confrontación, desde que el Congreso -con su aprobación- sancionó la ley Magnitsky, en diciembre de 2012.

Por iniciativa conservadora, la normativa impuso la prohibición de ingreso a territorio norteamericano de funcionarios rusos, supuestamente involucrados en casos de violaciones de derechos humanos, sobre todo aquellos implicados en el proceso contra Serguei Magnitsky, acusado de evasión de impuesto y muerto en prisión, en 2009.

En similar respuesta, la Duma estatal aprobó la ley Dima Yakovlev, que prohíbe la adopción de niños rusos por estadounidenses, unido a restricciones de visado y otras medidas de pulseo.

Para el vicetitular de Relaciones Internacionales del Consejo de la Federación (senado), de Rusia, Andrei Klimov, la actitud de Obama resulta tremendamente extraña, en razón de que fue el mandatario quien proclamó el "reinicio" de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos.

Obama viajó a Moscú en el verano de 2009 con la misión de dar una vuelta en el reloj de las deterioradas relaciones que dejó el expresidente George W. Bush.

El pronunciamiento de Obama en relación con Rusia, afirmó Klimov, corrobora una vez más su posición como "rehén de la situación política interna" y los intentos de Estados Unidos de erigirse como el único centro de poder en el universo.

A juicio del asesor presidencial de Putin, Yuri Ushakov, la situación constata que "Estados Unidos no está listo para desarrollar una relación con Rusia de igual a igual", como así lo proclamó en aquel entonces el ocupante de la Oficina Oval.

Aunque se minimice, no caben dudas que la concesión del refugio temporal al autor de la revelación del escandaloso programa de la NSA para espiar a millones de usuarios, gobiernos y firmas extranjeras, provocó un cambio brusco en el cronograma de intercambios.

No solo quedó aplazado el diálogo entre los presidentes, sino la firma de importantes acuerdos relativos al comercio y las inversiones; la cooperación en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo internacional, además de los asuntos pendientes en el tema del desarme nuclear.

Fuentes oficiosas de ambas partes aseguraron, sin embargo, que los contactos proseguirán entre los ministros y jefes negociadores.

Al mismo tiempo, Obama aclaró que acudirá a la cumbre de líderes del G-20, programada el 5 y 6 de septiembre en San Petersburgo.

Después de revivir los encuentros "2+2", suspendidos durante la era de Bush, el divorcio en temas de mayor envergadura en la política internacional y de las relaciones bilaterales hace improbable un giro en el declive de los nexos ruso-estadounidenses.

Como sea, según el senador Klimov, Estados Unidos se verá obligado a cooperar con Rusia en temas de la actualidad mundial, que exigen decisiones mutuamente coordinadas, como es en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde las dos potencias nucleares tienen derecho al veto.

*Jefa de la corresponsalía de Prensa Latina en Rusia.

arb/oda


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