Beijing, junto a Rusia, vetó un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, el cual pudo haberle dado el pretexto a Estados Unidos y a la Unión Europea para atacar a Siria como hicieron con Libia.
China refuerza sus posición de apoyo a Siria ante el hostigamiento mediático, político y económico de Estados Unidos, la Unión Europea y algunos países árabes sobre esa nación, sostuvo el enviado especial de China para el Medio Oriente, Wu Sike.
El interés de Beijing es preservar una Siria estable y segura, lo cual es esencial para la estabilidad del Oriente Medio.
Además entre los objetivos del gigante asiático es elevar la colaboración entre los dos países a fin de alcanzar lo que llamó una asociación estratégica.
Moscú respalda el programa de reformas de Damasco, como un “esfuerzo importante y significante” en busca de solucionar los problemas internos en Siria y avanzar en el desarrollo democrático de la sociedad, a través de lo que las autoridades del estado levantino han concebido como diálogo integral nacional.
Brasilia, por su parte, el director del Departamento para el Oriente Medio de la Cancillería de Brasil, Carlos Martins Ceglia, reiteró la postura de ese país suramericano de rechazo a toda intromisión extranjera en los asuntos internos de Siria.
Ese también es el punto de vista de la presidente Dilma Rousseff, y que también prevalece en el seno del llamado Grupo IBSA que integran, además, India y Sudáfrica.
Es interés de esa asociación trilateral ayudar a Siria a salir de la crisis a través de la cooperación.
También Cuba se ha opuesto a las maniobras contra Siria de los centros occidentales de poder en los foros internacionales, y junto a Rusia, China y Ecuador rechazó una resolución de condena contra Damasco en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra.
En octubre de 2011 el canciller cubano, Bruno Rodríguez, viajó a Damasco como parte de una delegación ministerial de los países de la Alianza Bolivariana para Nuestra América (ALBA) para patentizar, junto a ese ente, el rechazo a la intervención extranjera.
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, integrantes del grupo de países emergentes BRICS, refutaron en un mensaje enviado a la ONU cualquier tipo de intromisión extranjera en los asuntos internos de Siria.
El representante permanente ruso en el BRICS, Vitaly Churkin, entregó al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, una carta en la cual se expresa que todo tipo de interferencia en Siria que contradiga la Carta de la ONU debe ser excluida.
La misiva -distribuida como documento oficial en la ONU y en su Consejo de Seguridad- recuerda a la comunidad internacional el comunicado conjunto de una reunión ministerial que sostuvo el BRICS en Moscú.
En ella, esos cinco Estados que hoy integran el Consejo de Seguridad de la ONU, reafirmaron su posición de que la única fórmula aceptable para resolver la crisis en Siria es a través de un diálogo nacional entre todas las partes a tono con la iniciativa árabe y en el que se tenga en consideración las aspiraciones de todos los sirios.
Asimismo en la ONU, Rusia y China, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y Brasil e India, como no permanentes, se opusieron a que la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Navi Pillay, quien ha venido atacando incisivamente a Siria, hablara en ese órgano sobre los acontecimientos en el país levantino.
A mediados de diciembre de 2011, también Rusia propuso al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que reclama el fin de la violencia en Siria por ambos bandos del conflicto.
Los 15 miembros del ente internacional examinaron la propuesta a puertas cerradas, y según el representante de Moscú en el texto se solicita a las autoridades de Damasco avanzar en las reformas para superar la crisis.
Rusia y China, el freno a una agresión La postura de Rusia y China de vetar una resolución anti-siria patrocinada por Washington y sus aliados europeos en el Consejo de Seguridad de la ONU, evitó abrir las puertas a un conflicto de graves consecuencias para la región.
También Rusia definió como "inaceptable" la resolución adoptada por el Consejo de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en el que se condena a Siria por la sangrienta represión de las manifestaciones opositoras en el país.
"Las posiciones expresadas en el documento, que formulan de modo velado la posibilidad de una intervención militar extranjera bajo el pretexto de defender la población de Siria resultan inaceptables", afirmó la cancillería rusa en un comunicado difundido por los medios locales, según la agencia de noticias ANSA
Respecto a los nexos con Moscú, un despacho de Prensa Latina recoge declaraciones del presidente sirio Bashar al-Assad al canal de la televisión Rusia 1. En el cual expresó su confianza de que Siria pueda seguir contando con el apoyo de Rusia, principalmente por las relaciones históricas entre los dos países y por ser esta una potencia permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Recordó que desde el inicio de la crisis, Damasco y Moscú mantuvieron una comunicación directa y constante, en la que las autoridades sirias explicaban la importancia e influencia de este país en términos del cuadro político regional en el Oriente Medio.
Rusia conoce -dijo- de los peligros de los intentos de la interferencia extranjera en Siria, de ahí que juega un papel importante en la arena internacional como lo demostró su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
De ahí que Damasco espera contar con la posición y el continuo apoyo de Rusia “no solo en defensa de Siria, sino también en defensa de la estabilidad mundial”, aseveró el Presidente.
Por su parte China refuerza sus posición de apoyo a Siria ante el hostigamiento mediático, político y económico de Estados Unidos, la Unión Europea y algunos países árabes sobre esa nación, sostuvo el enviado especial de China para el Medio Oriente, Wu Sike.
El interés de Beijing es preservar una Siria estable y segura, lo cual es esencial para la estabilidad del Oriente Medio.
Además entre los objetivos del gigante asiático es elevar la colaboración entre los dos países a fin de alcanzar lo que llamó una asociación estratégica.