La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reclamó el supuesto espionaje hecho a la petrolera estatal Petrobras por parte de los Estados Unidos y dijo que de confirmarse este hecho, quedaría en evidencia que el espionaje no es por seguridad o lucha contra el terrorismo, sino que responde a intereses económicos y estratégicos del Gobierno norteamericano.
En una nota de prensa divulgada este lunes por la presidencia de Brasil, la mandataria condenó el hecho, asegurando que los intentos de violación y espionaje de datos e informaciones son incompatibles con la convivencia democrática entre países amigos. "De nuestra parte, tomaremos todas las medidas para proteger al país, al gobierno y a nuestras empresas", advirtió Roussef.
El pasado fin de semana, la cadena brasileña TV Globo, realizó otra revelación sobre un nuevo acto de espionaje de Estados Unidos hacia Brasil. Esta vez, se trató de una violación a la privacidad relacionada con el gigante petrolero Petrobras.
La agencia brasileña reveló estos hechos luego de conocer documentos filtrados por el exconsultor de inteligencia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés), Edward Snowden.
No es la primera denuncia de espionaje que hace la televisora brasileña con respecto a Estados Unidos y Brasil, debido a que también se ha denunciado que hubo intersección en las comunicaciones de la mandataria Rousseff y el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Por su parte, el canciller de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, viajó este lunes a Estados Unidos (EE.UU.) para reunirse esta semana en Washington (capital) con la asesora de seguridad nacional de la nación del norte, Susan Rice, y conversar sobre las denuncias de espionaje hacia el gigante sudamericano.
El encuentro entre Figueiredo y Rice está planeado para este miércoles o jueves; sin embargo, todavía no se ha confirmado la fecha precisa, informó un portavoz de la Cancillería de Brasil.