11 de septiembre de 2013, 13:04Por Enrique Torres
Santiago de Chile, 11 sep (PL) Integrantes de diversas organizaciones de derechos humanos, políticas y sindicales chilenas, y pueblo en general, llegaron hoy hasta la base del principal monumento a Salvador Allende, para rendir tributo al mandatario, a 40 años de su muerte.
Emotivos momentos se vivieron en la jornada en un extremo de la Plaza de la Constitución y del Palacio de La Moneda, ante la estatua del jefe de Estado, muerto el 11 de septiembre de 1973 durante el ataque al edificio gubernamental, por fuerzas al mando del general golpista Augusto Pinochet.
Representantes de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), el Grupo de Amigos del Presidente (GAP-escolta de Allende), la Central Unitaria de Trabajadores, las Juventudes Comunistas, el Partido Socialista, el Colegio de Profesores, entre muchas otras, peregrinaron por calles aledañas a La Moneda, hasta concluir con breves discursos a los pies del monumento.
Imágenes de Allende en diferentes tamaños, fotografías de decenas de víctimas de la dictadura, banderas, lienzos y carteles reclamando justicia y otros soportes visuales, formaron parte del homenaje.
En declaraciones a Prensa Latina, la presidenta de la AFDD, Lorena Pizarro, se mostró satisfecha por la masividad de la conmemoración, lo cual en su opinión es muestra de un pueblo que no olvida.
"A pesar de que transcurrieron 40 años y los miles de intentos de terminar con el recuerdo, con la memoria, con el nunca más, por eso estamos acá y vamos a seguir reclamando la verdad y la justicia", expresó la dirigente.
Pizarro destacó además la gran afluencia de ciudadanos pese a toda la desinformación y tergiversaciones tejidas en torno al gobierno de la Unidad Popular, encabezado por Allende.
"Pese a todo lo que lo han desinformado, y le han disfrazado los hechos, estamos ante un país que sabe que el futuro se construye sobre la verdad del pasado, sobre la justicia ante los hechos del pasado", enfatizó la dirigente, una de las principales luchadoras porque sean hallados los cuerpos de personas asesinadas durante la dictadura.
Ante la efigie de Allende fueron pronunciados innumerables discursos en defensa de su legado, con énfasis en las medidas de carácter social, así como su patriotismo y la defensa del Palacio de La Moneda, donde se quitó la vida para evitar caer en manos de los militares amotinados.
Varios trovadores interpretaron temas contra la dictadura Pinochet y con llamados a la ciudadanía a oponerse a cualquier otro intento de las fuerzas castrenses chilenas de subvertir el orden constitucional.
Decenas de coronas de flores ataviaron la base de la estatua de más de tres metros de altura, obra del escultor Arturo Hevia, inaugurada en el año 2000 durante el gobierno de Ricardo Lagos.
Otros arreglos florales fueron colocados en la emblemática puerta de Morandé 80, por donde fuera sacado el cuerpo sin vida de Allende aquel 11 de septiembre. Dicha puerta había sido tapiada por Pinochet.
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