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 16 de septiembre de 2013, 00:29Washington, 16 sep (PL) Tras varias semanas ocupado en la amenaza militar a Siria, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, retoma hoy su agenda doméstica con un discurso centrado en la economía y la posible parálisis fiscal por los desacuerdos con el Congreso.
Según la prensa, el mandatario demócrata se dirigirá a los estadounidenses desde la Casa Blanca e intentará convencerlos de la recuperación del país, cinco años después de estallar la crisis.
Obama también aprovechará la ocasión para reiterarle a la oposición republicana su negativa a hacer concesiones sobre el aumento del techo de la deuda pública, cuando discutan el tema del presupuesto del Gobierno, amenazado con paralizarse por falta de fondos.
Los congresistas del llamado partido rojo -mayoritarios en la Cámara de Representantes- quieren supeditar la aprobación financiamiento federal a la eliminación de fondos para aplicar el plan de salud aprobado en 2010, conocido como Obamacare, opción que rechaza la Casa Blanca.
"Lo que no estoy dispuesto a negociar es el techo de la deuda. Nunca en el pasado se comprometió el crédito y la buena fe de Estados Unidos al precio del retiro de una legislación mayor como puede ser la ley sobre la asistencia sanitaria", dijo ayer el mandatario a la televisora ABC.
El Congreso debe subir el techo de la deuda, ubicada actualmente en 16,7 billones de dólares, antes del comienzo del año fiscal 2014 el 1 de octubre próximo para que el Estado federal cumpla sus obligaciones financieras y pague a sus acreedores.
"El trabajo del Capitolio es preparar un presupuesto que mantenga en marcha nuestras tendencias de largo plazo de deflación o nuestras tendencias actuales de reducción del déficit, pero que también nos permita invertir en las cosas que necesitamos para crecer", aseveró el presidente estadounidense.
Agregó que con su postura los republicanos están sentando un precedente peligroso al usar el tope de endeudamiento para presionar al Gobierno por recortes en el gasto federal.
Antes de embarcarse en la cruzada contra Siria por el tema de las armas químicas, Obama comenzó en agosto una gira nacional para promover la agenda económica de su gobierno.
El periplo debe concluir este mes y ya incluyó paradas en Tennessee, Florida, California, Arizona, Misuri e Illinois, donde tocó los temas de la creación de empleos, las reformas tributarias y en el sector inmobiliario.
El mandatario demócrata emprendió la campaña después que un sondeo de la encuestadora Marist reveló que solo 41 por ciento de los estadounidenses aprueba su gestión económica, la cifra más baja obtenida en esta pregunta desde 2011.
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